29 abril 2025

El sonido de tu ausencia



Querido amor, hoy estuve pensando en el sonido que tiene tu ausencia. Va variando según el día, el momento, o también mi estado de ánimo. Hay días en que es silencioso, y puedo solo percibir tu presencia en cada rincón donde quedó guardado tu recuerdo. 

Otros días ese sonido es bullicioso y me habla a viva voz, me cuenta recuerdos, me dice palabras bonitas que tras tu ausencia quedaron flotando en los rincones de casa. Te siento hablando apasionadamente de los temas que tanto te gustaba profundizar y que yo a veces escuchaba interesada y otras solo por que tuvieras un oyente. 

Tu ausencia también se sienta en mi sillón favorito a leer o a ver videos en youtube. Me gustaba llegar de la calle y encontrarte ahí sentado, concentrado, esperándome, feliz de verme entrar.

En estos días que fue mi cumpleaños, el sonido de tu ausencia me trajo el susurro lejano de tu voz ronquita cantándome a viva voz el happy birthday, tu mirada llena de ilusión tratando de adivinar en mi mirada si me sentía feliz. El primer año que no estuviste pedí que no me canten, me apenaba mucho ese momento sin ti.

Tercer año en que me conformo con imaginarte a mi lado ese día, me voy acostumbrando, sigo mi camino, sonrío, vivo, pero hay días...., hay momentos....., hay fechas...., en que esa ausencia aún duele.
Te recuerdo... te extraño... te amo mi Roskolgo

13 abril 2025

Puentes de paz...


 Querido amor, pensaba hoy en lo afortunados que fuimos de aprender a vivir el día a día con paz en el corazón. Aprendimos mucho en esos 43 años juntos y no siempre vivimos así, como en los últimos tiempos. También tuvimos épocas difíciles, de conflictos en el aire, de resentimientos, de discrepancias y diferencias. Pero aprendimos a priorizar y siempre resultó ganador el amor y el deseo de salir airosos de cada situación difícil  que transitamos.

Recuerdo que antes de casarnos, asistimos a un encuentro para novios, guiado por parejas con algún tiempo de experiencia juntos, y un consejo que dieron y a nosotros nos resonó fue el no ir a dormir con temas pendientes para que no crezca la brecha. Y así intentamos obrar, no siempre lo conseguimos pero de alguna manera logramos surfear la vida en común, y llegar a esa convivencia pacífica y amorosa que disfrutamos los últimos años. 

Nos apoyábamos y nos cuidábamos mutuamente, habiendo aprendido a entender, aceptar y respetar nuestras diferencias. Y creo que esto facilitó que ante tu partida repentina, pudiera yo susurrarte al oído que si era tu momento marcharas en paz, que todos te amábamos y estábamos en paz contigo.  Y tu pestañeo me indico que tú también estabas en paz. No quedaron flotando en el ambiente culpas ni perdones pendientes. 

Van pasando los dias, los meses, los años, y si, aún te extraño, aún te siento a mi lado, aún añoro tu cuidado, pero acepto tu partida y agradezco la vida compartida. Besos hasta donde estés.

05 abril 2025

Paseando por los recuerdos...


Querido amor, ayer estaba entrenando por el malecón e inesperadamente me encontré con Jean. Inmediatamente mi mente voló al 2017.  Nos habíamos mudado de casa, de barrio, de vida, y salíamos a buscar un parque tranquilo que fuese nuestro lugar de trotar por las mañanas.  Encontramos uno cerca y lo adoptamos como "nuestro parque". Era acogedor, con poco movimiento y nos íbamos cada mañana a entrenar antes de empezar nuestras actividades. 

Fue así que conocimos a John y Jean, dos chicos venezolanos que habían venido a Perú en busca de oportunidad de trabajo.  John era entrenador deportivo y de artes marciales, Jean estaba aprendiendo de él. Entablaste conversación con ellos y te animaste a probar de entrenar con ellos.  Yo al comienzo no participaba, corría por mi cuenta y tú entrenabas. Te daba el alcance para volver juntos y John me invitaba a hacer con ustedes el cierre de la clase.  Y así, poco a poco me fue convenciendo de unirme. Nació una fuerte amistad con ellos, los acompañábamos en sus vicisitudes en tierra extraña, en su soledad, y se formó un vínculo especial, como familia.

Con qué alegría entrenabas y aprendías. Descubrías cada día tus capacidades y tus habilidades y eso te hacía mucho bien. Fueron tiempos bonitos y favorables. Lamentablemente viajaron a Venezuela a renovar documentos poco antes del inicio de la pandemia y ya no pudieron volver. Pero su recuerdo y sus enseñanzas quedaron con nosotros.

Hoy Jean está nuevamente en Lima, me contó que las cosas siguen muy inestables por allá y decidió volver. Quería que le cuente todo de ti, qué pasó, cómo así te nos fuiste. Se apenó, recordó con mucho cariño al buen Rolando, al testarudo, al que le gustaba dar la contra y también al que cada día les deseaba "bendiciones abundantes" y los aconsejaba como a hijos. Me emocionó verlo, y me alegró compartir con él de ti. Fue lindo recordar esa faceta tuya.  Te mando un gran abrazo y besos con amor.