29 marzo 2025

Flores por doquier...


 

Querido amor, hoy eché de menos tus flores. En nuestros primeros tiempos juntos no tenías la costumbre de regalarme flores, pero luego de algunos años, un día te presentaste en casa con flores y me hizo tanta ilusión que adquiriste la costumbre de literalmente llenar la casa de flores cada semana.

Recuerdo que los viernes te levantabas temprano, te alistabas para salir al trabajo, pero primero pasabas por la florería y venías a casa a dejar los ramos. Yo te esperaba con los floreros limpios ya y listos para recibir a sus invitadas. Ibas variando de flores, y de colores. Y yo me encargaba de cortar tallos, combinar, decorar y a tu regreso disfrutabas de descubrir como las había combinado. 

Yo solía leer entre líneas de cada flor que traías, mensajes, palabras, secretos, declaraciones, que me hacías así, con ese detalle. Te gustaba hacerme sentir amada, especial, única. Extraño tus flores, extraño tus detalles, te extraño a ti.

Besos hasta donde estés.


21 marzo 2025

Permiso dije al dentrar...


 Querido amor, hoy mis recuerdos me llevaron por el camino de la música. Recordé especialmente el verano del 81, teníamos un año de enamorados y tuviste que viajar al Argentina a visitar a tu hermana que iba a ser operada. En esa época tu familia vivía allá. Te quedaste dos meses que nos parecieron interminables y cuando volviste, trajiste contigo una buena dotación de novedades musicales.

Recuerdo con cariño aquellos cassettes que escuchábamos en mi reproductor. Mercedes Sosa, José Larralde, Piero, Gian Franco Pagliaro, Les Luthiers. entre otros. Todas canciones cuyas letras me cautivaban y que cantábamos a viva voz al escucharlas. Nos encantaba bromear con alusiones a las canciones o dedicarnos algunos temas. 

"La quiero a morir" fue por mucho tiempo nuestra canción y aún no me atrevo a escucharla. Se que me removerá.

Me removerá tanto como me remueve imaginarte en cada rincón de la casa en tu día día. Aún te extraño, aún te recuerdo, aún te amo.

11 marzo 2025

Un elefante blanco...




 Querido amor, esta semana recordé nuestro primer emprendimiento.  Aun no nos habíamos casado, y yo había empezado a preparar repostería para vender. Y te entusiasmó la idea de ayudarme y juntos preparábamos variedad de postres. Mi mami fue de paseo a la feria del hogar y regresó con la noticia de que había conversado con el administrador y le había ofrecido nuestros postres, y teníamos un pedido grande que entregar al día siguiente.  Esa noche trabajamos duro y parejo, aún no teníamos batidora, todo era a mano, y solo teníamos dos hornitos de las cocinas. Pero lo logramos y fuimos felices a entregar nuestro pedido. 

Cual no sería nuestra sorpresa cuando al recibirnos los postres, nos volvieron a pedir mas cantidad para el día siguiente. Así nos enteramos que las 2 o 3 semanas que duraba la feria, pedirían cada día alrededor de 15 tortas. Eramos jóvenes, entusiastas, llenos de vitalidad y algo irresponsables también. Luego de entregar el pedido del día, nos quedábamos paseando por la feria, asistiendo a conciertos, y luego llegábamos apurados a trabajar para el día siguiente. Nos fue tan bien con la venta de la feria que nos compramos un horno industrial, recuerdas cuando llegó? No entraba en la sala. Lo tuvimos que poner en el jardín y cada vez que lo prendíamos sonaba como una explosión. 

Todo el mundo nos hacía bromas respecto a nuestro elefante blanco :))) jajajaja. Que tales anécdotas que salieron de esos dias. Sin embargo, pudimos darle uso por un tiempo, y también nos sirvió de empuje para otros emprendimientos juntos.

Todo esto se lo conté a nuestro nieto y le gustó la historia y me pedia que se la vuelva a contar. El pese a su corta edad, aún te recuerda y te extraña. Yo tambien. Te amo mucho.