Querido amor, esta semana recordé nuestro primer emprendimiento. Aun no nos habíamos casado, y yo había empezado a preparar repostería para vender. Y te entusiasmó la idea de ayudarme y juntos preparábamos variedad de postres. Mi mami fue de paseo a la feria del hogar y regresó con la noticia de que había conversado con el administrador y le había ofrecido nuestros postres, y teníamos un pedido grande que entregar al día siguiente. Esa noche trabajamos duro y parejo, aún no teníamos batidora, todo era a mano, y solo teníamos dos hornitos de las cocinas. Pero lo logramos y fuimos felices a entregar nuestro pedido.
Cual no sería nuestra sorpresa cuando al recibirnos los postres, nos volvieron a pedir mas cantidad para el día siguiente. Así nos enteramos que las 2 o 3 semanas que duraba la feria, pedirían cada día alrededor de 15 tortas. Eramos jóvenes, entusiastas, llenos de vitalidad y algo irresponsables también. Luego de entregar el pedido del día, nos quedábamos paseando por la feria, asistiendo a conciertos, y luego llegábamos apurados a trabajar para el día siguiente. Nos fue tan bien con la venta de la feria que nos compramos un horno industrial, recuerdas cuando llegó? No entraba en la sala. Lo tuvimos que poner en el jardín y cada vez que lo prendíamos sonaba como una explosión.
Todo el mundo nos hacía bromas respecto a nuestro elefante blanco :))) jajajaja. Que tales anécdotas que salieron de esos dias. Sin embargo, pudimos darle uso por un tiempo, y también nos sirvió de empuje para otros emprendimientos juntos.
Todo esto se lo conté a nuestro nieto y le gustó la historia y me pedia que se la vuelva a contar. El pese a su corta edad, aún te recuerda y te extraña. Yo tambien. Te amo mucho.
Se me han saltado las lágrimas con tus recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Inma, gracias por venir a leer y acompañar mis recuerdos. Me vienen así de improviso y me provoca plasmarlos para conservarlos.
EliminarAbrazos
Esta sencilla historia ne ha arrancado miles de emociones, me ha gustado
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Stella, nacen con naturalidad los recuerdos. Quiero conservar todos esos momentos que fueron aparentemente insignificantes y ahora al mirar en retrospectiva me llenan de emoción.
EliminarAbrazos
Un recuerdo hermoso que nos transmite esas emociones que sentiste en aquellos momentos y también en este que lo escribes, para que tu nieto y Llosa demás seamos partícipes de la pasión que pusisteis en aquel proyecto y el amor de tu vida al que tanto hechas de menos. A veces los blogs se convierten en diarios íntimos de nuestras vivencias, de las que nunca queremos olvidar un detalle y deseamos sean compartidas. Imagino tu nieto cuando sea más mayor entrando a leer estas historias que tantas veces escuchó de tu boca. Un abrazo
ResponderEliminarHola Neuriwoman, gracias por pasar. Como bien dices, casi sin pensarlo, este blog se ha convertido en una suerte de diario de recuerdos, donde conservar aquellas vivencias bonitas que compartimos en nuestro largo camino juntos.
EliminarYo también imagino a mi nieto cuando sea más grande leyendo por acá.
Un abrazo!