29 junio 2024

Del día a día...


 

Querido amor, hoy por la mañana estaba cocinando mientras  escuchaba música y me percaté que muchas canciones me evocaban algún momento compartido contigo.  Estás presente en la mayoría de mis recuerdos, sean estos alegres, tristes, dolorosos, nostálgicos. No en vano compartimos 44 años de nuestro camino juntos. Tantos momentos importantes, tantos triunfos y fracasos, tantas caídas y levantadas, tantos acuerdos y desacuerdos, tantos puntos de quiebre y tantas reconciliaciones. Tanto amor a través del tiempo, amor que fue cambiando, madurando, pasando por muchas etapas.

El otro día tuve el almuerzo anual con las chicas del colegio y una de ellas me preguntó cómo estaba llevando la vida sin ti. Le comenté que  había encontrado mi manera de procesar el duelo escribiéndote cartas. Me miró sorprendida y me contó que a ella también le hacía bien escribir, pero nunca había visto la escritura como terapia.

Su pregunta quedó rondando en mi cabeza, ¿cómo estoy?

Pienso que  aprendiendo a vivir con tu ausencia. Aún te echo mucho de menos, en especial en lo cotidiano. También te extraño cuando tengo algún malestar y me falta ese refugio seguro que encontraba en ti en esos momentos. 

O en esos domingos de flojera compartida donde un par de butifarras para el almuerzo, una tarde de siesta/lectura/música , y una noche de maratón de tele eran mas que suficientes para un día perfecto. Y, por supuesto, extraño tus abrazos, aquellos que podían recomponer el mundo. 

Te amo mucho y te abrazo donde sea que  estés.



23 junio 2024

Tus manos...


 

Querido amor, estaba viendo fotos nuestras estos días y recordé lo especiales que eran para mí tus manos. Tenías manos fuertes, y te gustaba esa fuerza. Muchas veces ocurría que al estrechar la mano de algún amigo, este hiciera algún comentario al respecto y tú lo disfrutabas.

Siempre te gustó fortalecerlas, amabas hacer planchas, el box, las pesas. Justo le comentaba a Ramiro el otro día como hacías planchas con los chicos sentados en tu espalda, o apoyado en tus nudillos, lo que había ocasionado que tuvieras callos en ellos y eso las hacía distintas.

Como olvidar cuando colgaste un saco de box en el jardín y entrenabas arduamente en él y a toda costa me querías convencer de intentarlo. Alguna vez te hice caso y me pusiste las vendas y guantes y me enseñaste algunos golpes. Querías que yo también fuera fuerte.

Pero lo que mas me sorprende al recordarlas es que esas mismas manos fuertes podían ser tan cálidas al caminar tomados de la mano, se sentían protectoras, seguras. Esas manos fueron las que me sostuvieron al dar a luz, y me transmitieron fuerza y la certeza de que si podía. 

Esas manos  me ayudaban cuando algún malestar me aquejaba y me cobijaban cuando me atemorizaba.  Manos que supieron de caricias, de juegos, de trabajo,  de rudeza, de posesión, de contención, de entrega.

Cierro los ojos y puedo verlas y sentirlas con nitidez. Te extraño y te amo siempre.


12 junio 2024

Una tacita de café...


 Querido amor, estos días estuve recordando cuanto disfrutábamos de compartir una tacita de café. Eran momentos bonitos cuando nos alistábamos el café, elegíamos la tacita que nos apetecía usar y lo servíamos. Algunas veces café pasado, otras, de la maquinita de cápsulas. Tú solías elegir expreso y yo cappuccino, aunque a veces me animaba también por el expreso. En muchas ocasiones lo acompañamos de un bocado de chocolate.

También ocurría con frecuencia que cuando yo llegaba a casa, me recibías con café recién pasado. Te gustaba que todo el ambiente se llenase de olor a café. Al entrar, me servías una tacita y  me observabas mientras lo probaba para ver si me había gustado tu mezcla del día. 

Tenías guardado en frascos distintos tipos de café y te gustaba hacer mezclas e ir probando cual era la combinación perfecta, como todo un barista. Tu favorito tenía sabor muy intenso y amargo, casi espeso y  lo endulzabas apenas para sentir su sabor.

A ti siempre te gustó el café, e incluso hubo una época en que tomabas demasiadas tazas al día y tuviste que irlo dosificando pues te estaba causando daño.  

Contigo aprendí, entre otras cosas,  a disfrutar de una buena taza de café. Extraño compartir un cafecito juntos y muchas veces hago mezclas como tú a ver que tal sale. Te amo mucho y siempre te llevo en mi corazón.


02 junio 2024

Nuestra música...


Querido amor, hace ya algunos días que vengo pensando en lo importante que fue la música para nosotros, nos acompañó en cada etapa de nuestro camino.

Fuimos variando de gustos y de géneros, pero siempre hubo música. Tu música, mi música, nuestra música. Me sucede con frecuencia que al escuchar una canción, recuerdo determinado momento de nuestra vida. Muchas veces la emoción me gana y se humedecen mis ojos, se alborota mi corazón y mi mente viaja a kilómetros de distancia para revivir esos momentos. 

Cuando recién nos conocimos,  solías cantarme:

 "Necesito alquien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza, que prepare guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo, y que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga para que se seque de problemas...".  

Yo no la conocía y pensaba que eran ocurrencias tuyas, ya luego supe que era una canción de Sui Generis pero la cantabas con tal énfasis que yo sentía que fue escrita por tí para mí. Fue por mucho tiempo nuestra canción. Luego me dedicaste "la quiero a morir" y  se sumó a nuestras canciones.  Y la lista de canciones, de cantantes, de géneros, de momentos fue creciendo y creciendo. 

En muchas ocasiones pasamos horas retrocediendo  cassettes para poder sacar la letra de alguna canción que nos encantase.  Nos veo caminando, bailando, cantando, conversando, en silencio,  acompañándonos, compartiendo, en acuerdo, en desacuerdo, cercanos, distantes, disgustados, reconciliados, pero con la música presente, movilizando sentimientos, o expresando lo que con palabras no siempre sabíamos expresar.

Estoy haciendo una lista, una recopilación de canciones que de una u otra manera me llevan a ti, será una forma más de recordarte.  Hoy fue una de esas tardes escuchando música y extrañándote. Te amo y te echo mucho de menos.

Besos 

.

26 mayo 2024

Recuerdos...



Hola amor, esta semana se me presentó un reto, un momento difícil, en el que no había pensado antes, pero que tenía que llegar.

En una actualización de información que tuve que hacer, al llenar el formulario me encontré con la casilla " estado civil" y tuve que cambiar el casada por viuda. Primera vez que lo escribo, lo pienso, lo verbalizo, lo asimilo, lo asumo. Viuda, quedó resonando en mi cabeza la palabra, viuda...

Con el paso del tiempo he ido aceptando el hecho de que ya no estás acá conmigo, que ahora formas parte de mi pasado y que mis días a partir del día de tu partida ya no te tienen a ti a mi lado. Pero enfrentar este momento  y decir "soy viuda" lo hace mas real, es como aceptarlo a otro nivel, y  me desconcertó como me sentí al respecto. Fue volver a foja cero por un momento, volver a vivir ese momento de aceptación y de despedida.

Y recordé aquella noche, cuando te dio el infarto. Una enfermera que fue como un ángel, esos que siempre aparecen en el momento preciso,  movió cielo y tierra por dejarme pasar a verte. Estabas inconsciente, conectado a muchos aparatos, pero yo solo recuerdo que te abracé mucho, te besé, te tomé de la mano y te susurré al oído cuánto te amaba, cuánto te amábamos todos. Tuve la oportunidad de decirte que todos estábamos en paz contigo, y que si tenías que partir lo hicieras en libertad. Y sentí tu presencia ahí, sentí tu amor, sentí tu tristeza, te sentí en paz e intuí que te ibas.

Transcurrió exactamente una semana desde ese día, hasta aquel 11 de enero en que me avisaron que habías partido. Cuando fui a verte, ya no te sentí ahí, ya no te vi, ni siquiera te reconocí, tu esencia ya no estaba. Había volado una semana antes, cuando te besé por última vez. Tu cuerpo permaneció esos días, mientras los médicos trataban de lograr lo imposible pero tu alma ya había volado en libertad.

Agradezco que no hayas tenido que sufrir una larga enfermedad, o haber quedado en vida con las graves secuelas que advertían los médicos hasta el cansancio que podría suceder. Me alegra que no hayas sufrido, me alegra no haberme aferrado, me alegra haberte podido hablar esa noche, me alegra que me hayas esperado, me alegra que hayamos quedado en paz. 

Te amo mucho  y pienso en ti cada día. Siempre hay algún recuerdo tuyo en mi corazón.  Te mando muchos besos hasta ahí donde te encuentres...

19 mayo 2024

Opa...


 

Querido amor, hace pocos días hemos podido volver a prender la música del organito de Ram. Tras tu partida intentamos muchas veces encenderlo pero Ram lloraba y ya no le gustaba escucharlo. Todos supusimos que escucharlo lo remontaba a todas aquellas veces que lo escuchó contigo, y recordábamos especialmente el día que tú, él y Arturo bailaron felices con sus melodías. 

Como olvidar cuando le cantabas imitando el sonido de la trompeta el cascanueces que sonaba ahí, y luego tú, traviesamente, le cantabas el "cascamaní" y el "cascapecanas" y creo que hasta hubo un "cascaavellanas".  Nunca supe si inventabas las melodías en ese momento o si eran melodías que tú conocías y les cambiabas de nombre para divertirlo. Lo cierto es que se divertían y mucho.

Pienso con frecuencia que el tiempo que tú y él compartieron fue un regalo invalorable para los dos. Como olvidar sus gritos llamándote apenas entraba a nuestra casa. "Opa! Opa!" resonaba su voz a todo pulmón, exigiendo tu presencia inmediata para empezar a jugar y divertirse juntos. Fuiste un lindo Opa, le diste amor incondicional a manos llenas y te desviviste por verlo feliz y hacerlo reír.

Cuantas carcajadas compartimos cada vez que jugaba con tu barba y yo te cantaba "mi barba tiene tres pelos..." y tú te "quejabas" aduciendo que tenía mas y él reía a mas no poder. Todo era divertido cuando estaban juntos. Jugar a la pelota, jugar con los cubos mágicos, comer dátiles, cocinar, hacer sonar la licuadora de juego, ayudarte a limpiar, construir, llevar arrocito a las palomas en el parque, correr de la mano en el parque, inventar juegos en el pasillo, acompañarte a encender velas, jugar con las fichas del domino, disfrutar de las gelatinas que le preparabas y muchos etcéteras.

Toda la rigidez , seriedad y disciplina que tuviste cuando fuiste papá, se disolvió cuando fuiste abuelo. Siento que en tu relación con Ram, tuviste la oportunidad de enmendar los errores cometidos con los chicos y sanar así tu relación con ellos. Lograste por fin bajar tus barreras, entregarte al amor , reconciliarte contigo e incluso dejar salir a tu niño interior.

Ram lamentó muchísimo tu partida, hubieron muchos días de gran tristeza e incomprensión ante tu ausencia. Le costó mucho entender lo que significa morir y aceptar que ya no te vería más. El tiempo va ayudando, haber logrado escuchar sin tristeza el órgano es un gran paso, también le gusta que le cuente a qué jugaba contigo y a veces me pide jugar a que yo soy tú y juego con él. Y así lo hacemos y le gusta. Dejaste mucho amor en su corazón y estoy segura que ese recuerdo cálido de tus abrazos interminables vivirá por siempre en él. 

Me alegra mucho que hayas tenido esa segunda oportunidad, gracias por tantos momentos bonitos, gracias por todo tu esfuerzo en el día a día por ser mejor persona, lo valoro mucho y te recuerdo con amor. Besos hasta donde estés...


11 mayo 2024

Tengo algo que contarte...


 

Querido amor, ayer viajó de regreso a Alemania Arturo. Llegó justo el día de mi cumpleaños y se quedó casi 3 semanas. Pasamos lindos momentos en familia, y tú también estuviste presente en muchas anécdotas y recuerdos compartidos.  En esta oportunidad hallé muchos detalles de ti en él ,  principalmente en detalles, manías y reacciones.  Sucedía que me contaba alguna anécdota y notaba yo el parecido y al mencionárselo me decía que él también se había percatado. 

Fueron muchas las ocasiones en que me mencionaste que te apenaba que él estuviera solo allá, que  sentías que a él le haría bien tener una pareja. Recuerdo incluso que cada vez que nos contaba de alguna amiga, te ilusionabas imaginando que sería su pareja.  

Hoy tengo algo que contarte, que quizás tú ya intuías o quizás no. Arturo ya no está solo, tiene pareja y en esta oportunidad ha venido con él. Su nombre es Daniil, y es de Bielorrusia, aunque lleva buen tiempo  viviendo en Alemania. Su familia vive en Polonia. Hacen una linda pareja, y sobre todo se les siente felices, en armonía, compenetrados, amigos. Se tratan con amor y respeto y noto que se cuidan mutuamente.  Me parece un buen chico, algo tímido, juguetón, con alma de niño. Vieras que lindo jugaba con Ram, y él estaba feliz y encamotado con Daniil.

 Ellos viven juntos allá, han alquilado un departamento hace unos meses.  Arturo está feliz, lo siento mas pleno, mas tranquilo, mas seguro. Pienso que al verlo así, habrías roto con tus prejuicios y le habrías dado tu bendición.  Lo merece, merece ser feliz, aceptado, amado, apoyado. Merece vivir libre, sin tener que esconderse o tapar lo que siente. Me hace feliz verlo así y les he dado mi bendición e incluso les comenté que si tú vivieras, probablemente hubieras sido tú el que lo hubiera hecho.

Es curioso que Daniil tiene muchas cosas en común contigo. Le encanta el ajedrez y suelen jugar juntos sendas partidas.  La última vez que vino Artu, me pidió llevarse tu tablero de ajedrez, el que es imantado, y con el que solías jugar siempre.  Se lo llevó y me cuenta que es el que mas usan en sus partidas. También le dí algunos de tus libros de ajedrez.  Otro punto que tiene en común  contigo son las matemáticas, es su profesión.  Hubieran tenido buenos temas de conversación. 

Espero que te alegres tanto como yo de saber que nuestro Arturo está feliz. Me alegra haber compartido esta buena noticia contigo. Te amo mucho y te mando muchos besos.