25 mayo 2025

Abuelo...

 

 Querido amor, pensaba en estos días lo lindo abuelo que fuiste con nuestro Ram. Dicen que la vida es una gran escuela, y tú aprendiste con creces de amor incondicional con él. Me atrevería a decir que fue una de las lecciones mas valiosas para ti, y te puso en paz contigo y con tu entorno.  El tiempo que estuvieron juntos lo dedicaste íntegramente a verlo feliz. Bajaste tus barreras por completo y te entregaste plenamente. Y este amor tan grande que viviste con él te hizo amar de otra manera a todos.

Cuando te tocó el rol de papá, la responsabilidad de criar hizo que fueras exigente, estricto, rígido muchas veces. Habías recibido la misma crianza de niño y tu papá a su vez lo vivió en su niñez.  

En cambio, al convertirte en abuelo, ese amor te desarmó por completo, su risa fue tu risa, sus juegos tus juegos. Te nació una paciencia infinita, todo querías enseñarle, reaprendiste a jugar sin reparos, y pasabas todo el tiempo con él en el piso, jugando, riendo, conversándole, enseñándole, identificándote con él y volviendo a ser niño. 

Hoy estuve mirando fotos de ustedes dos juntos, y lloré de emoción al comprobar que no hay foto en que estén juntos y él no esté riendo, sonriendo, contento, expectante, sabiendo que a tu lado solo podría disfrutar.  Tras tu partida hubo un tiempo que esa sonrisita linda se ocultó, poco a poco ha ido volviendo pero algo mas cauta. 

Mas de dos años han pasado ya desde que te fuiste, y pese a que solo tenía 2 años y medio, te recuerda mucho. Le pregunté si te echaba de menos y me miro con esa mirada profunda y cómplice que tiene conmigo y me dijo: "si Oma, lo extraño muchísimo". Dejaste una huella profunda en él, y conoció de amor incondicional en tus brazos. Te amamos mucho y te recordamos mas aún. Besos para ti.

18 mayo 2025

Complemento...


 Querido amor, pensaba estos días que cuando nos conocimos no imaginamos siquiera que pasaríamos toda una vida juntos.  Sé que cuando nos vimos en el instituto nos llamamos mutuamente la atención, sé también que desde ese día, todo pretexto era bueno para prolongar el tiempo que pasábamos juntos y las horas nos quedaban cortas.  

Pese a ser diferentes, supimos encontrar esos puntos en común que nos acercaron y aprendimos a complementarnos.  El amor obró su magia, nos unió y nos enseñó. Ambos cambiamos los caminos que transitábamos en aquella época para formar un nuevo sendero.

Los dos anhelábamos estabilidad y soñábamos con formar una familia. Los dos cargábamos mochilas pesadas y el estar juntos nos ayudó a aligerar esas cargas.  Y lo logramos, con diferencias y similitudes. Aprendimos uno del otro, y supimos también lidiar con el día a día, limando asperezas, puliendo,  cediendo y dándole mas cabida a lo que nos acercaba que a lo que nos alejaba.

Emprendimos muchas aventuras juntos y tú estuviste siempre convencido de que cuando hacíamos algo juntos  funcionaba mejor pues cada quien aportaba desde su óptica y ese complemento hacía maravillas.

Ambos supimos manejar nuestra sensibilidad y supimos muchas veces ver mas allá de lo que las emociones nos hacían reaccionar.  Calma y tempestad unidas que lograron amainar al viento y permitir el poder navegar juntos la vida. Te recuerdo siempre con amor y te siento a mi lado. Un beso grande para ti.

11 mayo 2025

Semejanzas...


Querido amor, estos días tuve de visita en casa a nuestro Artu.  Llegó de Alemania el mismo día de mi cumpleaños y se quedó 15 días.  Desde tu partida viene cada año a estar conmigo en esa fecha, siempre amoroso y preocupado por mi. 

En esta visita hemos compartido largas caminatas, conversaciones intensas, profundas, cafecitos, comilonas,  películas, juegos y momentos de ocio. Hemos intentado llenarnos de vivencias que nos acompañen y cobijen los largos meses que pasarán hasta que pueda venir nuevamente. Y descubrí que cada vez tiene mas cosas en común contigo.

Es curioso notar que muchas actitudes tuyas  o rasgos de tu carácter que en su adolescencia fueron motivo de roces o diferencias, de pronto son parte de su esencia y forma de ser o pensar. El tiempo pasa y a sus 37 años ve ya la vida con otros ojos. Y él mismo me comenta que muchas veces al reaccionar en su día a día de alguna manera, de pronto se ve reflejado en ti. Tiene también bastante de mi.  Vive la vida en paz y a su manera, disfrutando de las cosas simples. Lo veo sereno  y feliz y eso me da tranquilidad. 

Gracias por nuestros hijos y la bonita familia que formamos, no todo fue color de rosa, hubieron tiempos también de tempestades y zozobras, entremezclados con aires de calma y sosiego. Todo valió la pena. Te amo y te abrazo fuerte!


29 abril 2025

El sonido de tu ausencia



Querido amor, hoy estuve pensando en el sonido que tiene tu ausencia. Va variando según el día, el momento, o también mi estado de ánimo. Hay días en que es silencioso, y puedo solo percibir tu presencia en cada rincón donde quedó guardado tu recuerdo. 

Otros días ese sonido es bullicioso y me habla a viva voz, me cuenta recuerdos, me dice palabras bonitas que tras tu ausencia quedaron flotando en los rincones de casa. Te siento hablando apasionadamente de los temas que tanto te gustaba profundizar y que yo a veces escuchaba interesada y otras solo por que tuvieras un oyente. 

Tu ausencia también se sienta en mi sillón favorito a leer o a ver videos en youtube. Me gustaba llegar de la calle y encontrarte ahí sentado, concentrado, esperándome, feliz de verme entrar.

En estos días que fue mi cumpleaños, el sonido de tu ausencia me trajo el susurro lejano de tu voz ronquita cantándome a viva voz el happy birthday, tu mirada llena de ilusión tratando de adivinar en mi mirada si me sentía feliz. El primer año que no estuviste pedí que no me canten, me apenaba mucho ese momento sin ti.

Tercer año en que me conformo con imaginarte a mi lado ese día, me voy acostumbrando, sigo mi camino, sonrío, vivo, pero hay días...., hay momentos....., hay fechas...., en que esa ausencia aún duele.
Te recuerdo... te extraño... te amo mi Roskolgo

13 abril 2025

Puentes de paz...


 Querido amor, pensaba hoy en lo afortunados que fuimos de aprender a vivir el día a día con paz en el corazón. Aprendimos mucho en esos 43 años juntos y no siempre vivimos así, como en los últimos tiempos. También tuvimos épocas difíciles, de conflictos en el aire, de resentimientos, de discrepancias y diferencias. Pero aprendimos a priorizar y siempre resultó ganador el amor y el deseo de salir airosos de cada situación difícil  que transitamos.

Recuerdo que antes de casarnos, asistimos a un encuentro para novios, guiado por parejas con algún tiempo de experiencia juntos, y un consejo que dieron y a nosotros nos resonó fue el no ir a dormir con temas pendientes para que no crezca la brecha. Y así intentamos obrar, no siempre lo conseguimos pero de alguna manera logramos surfear la vida en común, y llegar a esa convivencia pacífica y amorosa que disfrutamos los últimos años. 

Nos apoyábamos y nos cuidábamos mutuamente, habiendo aprendido a entender, aceptar y respetar nuestras diferencias. Y creo que esto facilitó que ante tu partida repentina, pudiera yo susurrarte al oído que si era tu momento marcharas en paz, que todos te amábamos y estábamos en paz contigo.  Y tu pestañeo me indico que tú también estabas en paz. No quedaron flotando en el ambiente culpas ni perdones pendientes. 

Van pasando los dias, los meses, los años, y si, aún te extraño, aún te siento a mi lado, aún añoro tu cuidado, pero acepto tu partida y agradezco la vida compartida. Besos hasta donde estés.

05 abril 2025

Paseando por los recuerdos...


Querido amor, ayer estaba entrenando por el malecón e inesperadamente me encontré con Jean. Inmediatamente mi mente voló al 2017.  Nos habíamos mudado de casa, de barrio, de vida, y salíamos a buscar un parque tranquilo que fuese nuestro lugar de trotar por las mañanas.  Encontramos uno cerca y lo adoptamos como "nuestro parque". Era acogedor, con poco movimiento y nos íbamos cada mañana a entrenar antes de empezar nuestras actividades. 

Fue así que conocimos a John y Jean, dos chicos venezolanos que habían venido a Perú en busca de oportunidad de trabajo.  John era entrenador deportivo y de artes marciales, Jean estaba aprendiendo de él. Entablaste conversación con ellos y te animaste a probar de entrenar con ellos.  Yo al comienzo no participaba, corría por mi cuenta y tú entrenabas. Te daba el alcance para volver juntos y John me invitaba a hacer con ustedes el cierre de la clase.  Y así, poco a poco me fue convenciendo de unirme. Nació una fuerte amistad con ellos, los acompañábamos en sus vicisitudes en tierra extraña, en su soledad, y se formó un vínculo especial, como familia.

Con qué alegría entrenabas y aprendías. Descubrías cada día tus capacidades y tus habilidades y eso te hacía mucho bien. Fueron tiempos bonitos y favorables. Lamentablemente viajaron a Venezuela a renovar documentos poco antes del inicio de la pandemia y ya no pudieron volver. Pero su recuerdo y sus enseñanzas quedaron con nosotros.

Hoy Jean está nuevamente en Lima, me contó que las cosas siguen muy inestables por allá y decidió volver. Quería que le cuente todo de ti, qué pasó, cómo así te nos fuiste. Se apenó, recordó con mucho cariño al buen Rolando, al testarudo, al que le gustaba dar la contra y también al que cada día les deseaba "bendiciones abundantes" y los aconsejaba como a hijos. Me emocionó verlo, y me alegró compartir con él de ti. Fue lindo recordar esa faceta tuya.  Te mando un gran abrazo y besos con amor.

29 marzo 2025

Flores por doquier...


 

Querido amor, hoy eché de menos tus flores. En nuestros primeros tiempos juntos no tenías la costumbre de regalarme flores, pero luego de algunos años, un día te presentaste en casa con flores y me hizo tanta ilusión que adquiriste la costumbre de literalmente llenar la casa de flores cada semana.

Recuerdo que los viernes te levantabas temprano, te alistabas para salir al trabajo, pero primero pasabas por la florería y venías a casa a dejar los ramos. Yo te esperaba con los floreros limpios ya y listos para recibir a sus invitadas. Ibas variando de flores, y de colores. Y yo me encargaba de cortar tallos, combinar, decorar y a tu regreso disfrutabas de descubrir como las había combinado. 

Yo solía leer entre líneas de cada flor que traías, mensajes, palabras, secretos, declaraciones, que me hacías así, con ese detalle. Te gustaba hacerme sentir amada, especial, única. Extraño tus flores, extraño tus detalles, te extraño a ti.

Besos hasta donde estés.