Querido amor, estos días tuve de visita en casa a nuestro Artu. Llegó de Alemania el mismo día de mi cumpleaños y se quedó 15 días. Desde tu partida viene cada año a estar conmigo en esa fecha, siempre amoroso y preocupado por mi.
En esta visita hemos compartido largas caminatas, conversaciones intensas, profundas, cafecitos, comilonas, películas, juegos y momentos de ocio. Hemos intentado llenarnos de vivencias que nos acompañen y cobijen los largos meses que pasarán hasta que pueda venir nuevamente. Y descubrí que cada vez tiene mas cosas en común contigo.
Es curioso notar que muchas actitudes tuyas o rasgos de tu carácter que en su adolescencia fueron motivo de roces o diferencias, de pronto son parte de su esencia y forma de ser o pensar. El tiempo pasa y a sus 37 años ve ya la vida con otros ojos. Y él mismo me comenta que muchas veces al reaccionar en su día a día de alguna manera, de pronto se ve reflejado en ti. Tiene también bastante de mi. Vive la vida en paz y a su manera, disfrutando de las cosas simples. Lo veo sereno y feliz y eso me da tranquilidad.
Gracias por nuestros hijos y la bonita familia que formamos, no todo fue color de rosa, hubieron tiempos también de tempestades y zozobras, entremezclados con aires de calma y sosiego. Todo valió la pena. Te amo y te abrazo fuerte!