18 noviembre 2024

El encuentro...


 Querido amor, te cuento que ayer vinieron de visita Carlos y Dorita y tal como había imaginado fue un encuentro muy emotivo en el que tú también estuviste presente. Me trajeron de regalo una hermosa orquídea, que ahora contemplo mientras te escribo, y tomamos una botella de vino tinto en tu honor. 

En su visita hubo de todo, risas y lágrimas, recuerdos y anécdotas, emoción y nostalgia, cariño y añoranza.  Y en cada uno de esos momentos pudimos sentir tu presencia entre nosotros. Ellos querían saber cada detalle de tu vida desde que perdimos el contacto hasta tu partida intentando armar la parte de historia que les faltaba. Escuchaban con avidez todo lo que les iba narrando. 

Vimos fotos de los últimos tiempos y Carlos se emocionó mucho cuando le dije que tú nunca habías sido de muchas amigos y que la amistad que habías mantenido con él fue muy especial. Me contó que durante mucho tiempo pensó que fue culpa suya el distanciamiento y al escucharme comprendió que no fue así. 

Me comentaron que siempre les gustó conversar contigo y conocer tu opinión pues eras muy centrado y te gustaba saber de todo. Se admiraron y sonrieron cuando les conté que hasta el último día seguiste estudiando y aprendiendo cosas nuevas .

Pude comprobar una vez mas que las verdaderas amistades no requieren verse cada día para mantener el vínculo. La conversación fluyó con naturalidad como en los viejos tiempos, nos pusimos al día de todo lo acontecido en nuestras familias y nos despedimos con un hasta pronto. 

Recordarte con ellos fue intenso y a la vez sanador, me ayudó en el proceso de aceptar tu ausencia y apreciar todo lo compartido. Te amo mucho  y te mando un abrazo grande, grande.

08 noviembre 2024

Amigos de antaño...



Querido amor, el otro día me encontré en el supermercado con Carlos A., con quien te unió una gran amistad durante años y a quien dejamos de frecuentar cuando empezaste a notar olvidos y deterioros en tu memoria.  Obviamente, él no sabía de tu partida.  Me preguntó que novedades y tuve que soltarle la noticia de tu muerte y se quedó desconcertado.  Las lágrimas le brotaban sin parar, y yo no sabía como consolarlo.  Me apenaba verlo así, y también me sentía rara de no estar llorando con él.  Desde que te fuiste he llorado tanto  que ya soy capaz de hablar de ti sin llorar. Me dijo que le dolía mucho tu partida, que jamás imaginó esta noticia.

Pude contarle del motivo de tu distanciamiento y sentí que para él fue casi un alivio saber que no fue que de pronto su amistad ya no te importase sino que hubo todo un tema de salud detrás. Comprendió el motivo de tu indiferencia cuando aquella vez te llamó por teléfono y te mostraste tan distante. En esa oportunidad me confiaste  que no recordabas mucho de la amistad que yo te comenté compartían. 

Me habló de cuanto te estimaba, y lo mucho que disfrutaba de las largas e interesantes conversaciones que mantenían.  Que siempre te recordaría como un gran amigo, correcto, honesto y confiable. Recordamos juntos las largas noches en que nos reuníamos los 4 a conversar, compartir unos tragos, jugar dados, contarnos los caminos que cada uno de nuestros respectivos hijos iba tomando, escuchar música y filosofar acerca de la vida. Que tiempos aquellos, pasaron por mi mente todos esos momentos bonitos que compartimos.

Me pidió mi teléfono y me ha escrito para salir un día con  él y Dorita a conversar y evocar momentos. Sé que será un día removedor, pero también sé que será lindo recordar. Querrán saber detalles de tus últimos años y para mi será intenso y a la vez sanador. Es como seguir cerrando etapas.

Ya te contaré cuando nos encontremos. Será raro estar solos los 3, seguramente hallarás la manera de estar presente y acompañarnos en esa noche de recuerdos. Te amo mucho y te abrazo de corazón a  corazón.

26 octubre 2024

Recuerdos de catas...



 Querido amor, esta semana estuve recordando como nos fuimos aficionando al vino tinto. En nuestros inicios no era algo que consumiéramos especialmente pero luego de unos años se convirtió en algo placentero y bonito que compartíamos.

Creo que todo empezó cuando nos invitaron por primera vez a esa exposición de vinos. Al llegar nos dieron unas copas especiales para cata con las que recorríamos la feria visitando los stands de las distintas bodegas que nos ofrecían degustación de sus diversos vinos. Aprendimos acerca de los tipos de uvas: merlot, malbec, cabernet sauvignon eran tus favoritos. 

Nos enseñaron también algunos tips de cata como oler el vino y sentir los distintos aromas de frutos o especias, mirar a contraluz el color, mover la copa y observar las lágrimas que se forman al volver a bajar el vino,  mojarnos los labios y luego beber un sorbo paseándolo por el interior de la boca para percibir los detalles. Nos volvimos asiduos visitantes de este evento y conservo de recuerdo las copas que nos daban, el libro de cata que te compré, y todos tus accesorios. 

Cómo disfrutabas  al descorchar la botella y ver el estado del corcho, oler luego el vino y verterlo en la decantadora, dejarlo reposar y finalmente probarlo. Mientras te escribo te imagino haciéndolo. Gracias por dejarme recuerdos bonitos de momentos compartidos. Te amo mucho y disfruto al recordar.

17 octubre 2024

Shalom aleichem...


 Hola amor, te cuento que en el ensayo del último lunes cantamos Shalom Aleichem. No la habíamos vuelto a cantar desde el día de tu partida en que la cantamos para ti,  y aunque pude entonarla el lunes,  sentí que se me hacía un nudo en el corazón. 

En los últimos años, cuando empezaste a tener algunos olvidos e indicios de deterioro en tu salud mental, sentiste mucho miedo por lo que podría venir  y te aferraste a las rutinas, a los ritos, a aquellas cosas que conocías y que te daban seguridad. 

Una de ellas era cantarle a tu buen Dios algunas canciones entre las que estaba Shalom Aleichem. Lo hacías con tanta emoción, con tanto sentimiento, con tanta fe, que siempre me conmovía escucharte y  pensaba que cuando llegara el día de tu partida me sería muy doloroso escuchar estas canciones sin ti.

Resuena ahora en mi cabeza tu voz cantando, veo tu mirada conmovida, siento tu emoción, y no puedo evitar llorar con nostalgia y extrañarte. Sé que ahora descansas en paz y agradezco a Dios que tus miedos no se hicieron realidad y no llegaste a sentirte perdido.  Me consuela también haber podido estar juntos hasta el final y haber podido acompañarte, escucharte y cuidarte. Te amo mucho hoy y siempre.

 

06 octubre 2024

De paseo por la música...


 Querido amor, paseaba hoy por las calles de Miraflores cuando escuché el sonido característico de un charango en la plaza. No hice mas que escuchar la música y nos vi allá por los 80's. ¿Recuerdas cuanto nos gustaba deambular por las calles del centro, en pos de aquellos grupos de música andina que llenaban las plazas y nos invitaban a soñar en irnos a vivir a algún pueblito escondido de la sierra y tener una casita junto al río? 

Solíamos hacer estos paseos a la salida de nuestras clases de alemán.  Nos gustaba caminar juntos y todo pretexto era bueno para prolongar el tiempo compartido antes de que cada quien enrumbe a su casa.  

Recordé también el día que me sorprendiste yendo al paradero donde abordaba el bus para ir a clases,  y,  al llegar, tú ya estabas ahí esperándome para viajar juntos. Tiempos aquellos en que el amor entre nosotros iba naciendo y creciendo a pasos agigantados y cada día nos faltaba tiempo para compartir.

Tú estudiabas alemán para postular a una beca y yo lo aprendía para poder viajar a Suiza. Nos gustaba revisar el plano de Alemania e imaginar cual sería nuestro punto de encuentro cuando estuviéramos por allá. No imaginábamos aún que el amor sería mas fuerte que nuestros planes y nos quedaríamos en Lima a compartir planes, vida, sueños y formar juntos una familia.

Bonitos recuerdos los que evoqué hoy. Te amo y siempre estás en mi corazón.

.  

29 septiembre 2024

Natsukashii...


Querido amor, leí hace poco acerca de natsukashii,  palabra japonesa que significa "nostalgia feliz" y se refiere al instante en que la memoria te trae un bello recuerdo que te llena de dulzura. Me gustó y me sentí identificada pues he notado que poco a poco la tristeza que tu partida me dejó se va apaciguando  y  los muchos recuerdos que me quedan me resultan gratos de evocar.

Pensaba que este momento no llegaría, pues tu partida fue tan inesperada que me tomó completamente desprevenida y me dejó muy afectada. Se me hacía muy difícil creer lo que estaba pasando y aceptar que no te vería más. Pero una vez mas compruebo que el tiempo obra maravillas y sana las heridas mas dolorosas.  Escribirte también me ayuda mucho, hemos vivido tantas cosas juntos y hemos compartido tantos años de nuestras vidas, que son muchos los recuerdos que habitan mi corazón.

Hace poco mas de un mes falleció nuestro amigo Jorge, tras una larga y penosa enfermedad. y me ha tocado a mi acompañar y dar consuelo a Mari por su pérdida.  Nuestros procesos han sido distintos, pues tú partiste sin aviso y a ellos les dijeron hace mas de un año que en cualquier momento moriría, es como si el duelo hubiera empezado hace mucho tiempo. 

Nos tocó recordar el tiempo que compartimos los cuatro, las largas veladas, las conversaciones interminables pretendiendo arreglar el mundo, el ver crecer a nuestros hijos y acompañarlos en sus caminos. Quien sabe ya te encontraste con él allá donde estés y tendrán mucho por conversar. Te mando un beso muy grande , te amo mucho y tu presencia me acompaña siempre. 


21 septiembre 2024

Tu voz...

 





Querido amor, el otro día cerré un momento los ojos y escuché tu voz pronunciando mi nombre. Sin dudarlo extendí mi mano y sentí el calor de la tuya invitándome a pasear.  

Caminamos bordeando un río como en los viejos tiempos, nos detuvimos a descansar y nos sentamos en las rocas de la ribera. Contemplamos la corriente de agua cristalina discurrir a velocidad lavando todo a su paso, y escuchamos el sonido del agua que tanto nos relajaba escuchar.

 El tiempo se detuvo, nos miramos a los ojos y nuestras miradas hablaron y se contaron todo lo que había por contar.  No fueron necesarias palabras, el lenguaje del amor fue suficiente y vimos en segundos pasar nuestra vida ante nosotros. Nos acompañamos un momento mas, luego te marchaste y abrí los ojos.  Me quedó una sensación de paz en el corazón.  Gracias por el tiempo compartido. Besos de mi para ti.