Querido amor, nunca deja de sorprenderme como un simple detalle puede abrir la puerta a tantos recuerdos. Me ocurrió hoy que me provocó comer un pan con aceitunas. Al sacarlas del frasco, vi tu mano haciendo lo mismo y recordé tu mirada golosa preguntando si podías terminar las que quedaban. Como nos gustaban esas noches de series de Netflix, acompañadas de panes variados con quesos y aceitunas. Momentos que disfrutábamos muchísimo.
Luego nos vi allá por los 80's, de paseo en el campo, hambrientos después de sendas caminatas a orillas del río, que entramos a un pequeño local a comer algo y los dos nos antojamos de pan con aceituna y nos pareció tan delicioso como un gran manjar. Creería que ahí nació nuestra afición por el pan con aceitunas.
Cuando me vienen estos recuerdos, me da nostalgia y añoro compartir esos momentos. Y así como ese van viniendo a mi mente muchos otros momentos vividos. Te mando un beso enorme y te llevo siempre en mi corazón.