28 septiembre 2025

Y la música ahí...


 Querido amor,  pensaba hoy en cómo la música ha sido nuestra compañera desde que nos conocimos. Cuando empezamos a salir, te gustaba sacar la letra de mis canciones preferidas y me las traías escritas, así me ibas conquistando :)) Cierro los ojos y veo aún las hojas arrancadas de tu cuaderno, escritas a mano intentando hacer letra clara, con las canciones de los Carpenters.

Nuestra vida compartida estuvo siempre matizada de música, pasando por todos los géneros. Nos dedicamos mutuamente muchas canciones y aún al día de hoy hay algunas que no me atrevo a escuchar porque sé que aún duelen. 

Pero hoy hice un experimento.  Me animé a probar con el grupo de jazz Avalon, que fue nuestro acompañante musical de largas noches de piqueo y conversa en los últimos tiempos compartidos.  Los encontraste de casualidad, navegando por Youtube, y te divertía mucho ver cada detalle de sus videos, imaginando incluso lenguaje de miradas, o gestos con los que montabas historias entre ellos, historias que me ibas narrando mostrándome los videos. Hoy cociné escuchándolos y hasta me animé a cantar y pude hacerlo con alegría. 

Debo creer lo que dicen por ahí que el tiempo obra maravillas y cura el dolor. Esto me animó a abrirle la puerta a otras canciones nuestras y me fue bien. Aún quedan en lista de espera algunas que fueron muy especiales. Tendré paciencia, ya llegará su momento,  por ahora me alegra celebrar lo que hoy logré.

Gracias mi compañero de vida por todo lo vivido. En mi recuerdo anida cada momento. Te amo y te recuerdo siempre y te mando una sonrisa.



20 septiembre 2025

Setiembre...


 Querido amor, el mes de setiembre me remonta al año 94 y te veo ilusionado montando tu oficina.  Fue el momento en que decidiste renunciar a la firma para la que trabajabas y emprender un negocio propio. Con cuanta ilusión buscamos una oficina para alquilar. Encontramos una que nos gustó desde la primera visita y nos embarcamos a la tarea de amoblarla, acondicionarla y echar el negocio a andar. Compramos juntos cada mueble, cada silla, cada detalle. Inauguraste el 9 de setiembre hace  31 años. 

Difícil olvidar ese día. Pasé por la parroquia a recoger al padre Juan a quien le habíamos pedido que bendijera la oficina y lo encontré a punto de celebrar un matrimonio. Al verme recordó el compromiso que tenía con nosotros y me dijo "no te preocupes, los caso y nos vamos, siéntate". A esa hora tú ya estabas recibiendo a los invitados a la inauguración. Tuviste que hacer magia para mantenerlos entretenidos mientras llegaba con el padre.  Ese mismo padre nos había casado 11 años antes, por ello lo habíamos elegido a él para este momento tan importante.  Todo salió bien, y así emprendimos un nuevo tramo de nuestra vida.

Conocimos el negocio en el camino, tuvimos altibajos, trastabilladas, dudas, éxitos y fracasos,  pero seguimos adelante y nos deparó también experiencia, oportunidades y aprendizajes. Aprendí algo del negocio y te apoye cuanto pude. Como olvidar los fines de semana que íbamos a hacer limpieza profunda acompañados de los chicos, a quienes les hacía ilusión visitar la oficina.

Miro hacia atrás y me sorprende la cantidad de cosas que hicimos juntos. Aunque no siempre estábamos de acuerdo en todo, aprendimos a conciliar y hallar el punto de equilibrio. Me gusta el camino que recorrimos juntos. Te tengo siempre presente y me gusta dejarme sorprender por los recuerdos.  Ellos escriben por mi en este diario de cartas para ti. Te amo mucho siempre. Besos de mi para ti. 

06 septiembre 2025

Los inicios...


 Querido amor, estos días que estoy ayudando a nuestra Va  con el bebé, mis recuerdos viajan a través del tiempo y nos veo en nuestros inicios. Recuerdo especialmente cuando llegamos a casa con ella en brazos, tan llenos de amor y a la vez de temor, inseguros ante cualquier eventualidad, pero con muchas ganas de hacer las cosas bien.

 Yo tenía 23 años cuando ella nació y tú 28 y nos hacía mucha ilusión formar nuestra familia.   Leíamos libros de crianza y nos preparábamos para el futuro. Recuerdo las noches de desvelos, faltos de sueño pero ilusionados, contemplando a nuestra pequeña con admiración. Vigilábamos su sueño, su respiración, y todo lo que pudiera pasarle. Dos años después, el nacimiento de Artu nos tomó mas experimentados, mas seguros, pero aún llenos de dudas. Aprendimos juntos los 4 en el camino de la vida, cometimos errores y aciertos, pero nunca nos dimos por vencidos.

Hoy, que tú ya no estás, me acompañan ellos, y me siento orgullosa de los adultos en que se han convertido. Son en esencia, buenas personas, de nobles sentimientos y sólidos principios. Y puedo pensar entonces que todo valió la pena. Gracias por la linda familia que logramos tener, gracias por cada momento que nos tocó vivir, de todos aprendimos. Te amo,  te extraño y te recuerdo mucho.