23 junio 2024

Tus manos...


 

Querido amor, estaba viendo fotos nuestras estos días y recordé lo especiales que eran para mí tus manos. Tenías manos fuertes, y te gustaba esa fuerza. Muchas veces ocurría que al estrechar la mano de algún amigo, este hiciera algún comentario al respecto y tú lo disfrutabas.

Siempre te gustó fortalecerlas, amabas hacer planchas, el box, las pesas. Justo le comentaba a Ramiro el otro día como hacías planchas con los chicos sentados en tu espalda, o apoyado en tus nudillos, lo que había ocasionado que tuvieras callos en ellos y eso las hacía distintas.

Como olvidar cuando colgaste un saco de box en el jardín y entrenabas arduamente en él y a toda costa me querías convencer de intentarlo. Alguna vez te hice caso y me pusiste las vendas y guantes y me enseñaste algunos golpes. Querías que yo también fuera fuerte.

Pero lo que mas me sorprende al recordarlas es que esas mismas manos fuertes podían ser tan cálidas al caminar tomados de la mano, se sentían protectoras, seguras. Esas manos fueron las que me sostuvieron al dar a luz, y me transmitieron fuerza y la certeza de que si podía. 

Esas manos  me ayudaban cuando algún malestar me aquejaba y me cobijaban cuando me atemorizaba.  Manos que supieron de caricias, de juegos, de trabajo,  de rudeza, de posesión, de contención, de entrega.

Cierro los ojos y puedo verlas y sentirlas con nitidez. Te extraño y te amo siempre.


2 comentarios:

  1. Tienes para siempre en tus manos, la fuerza que te transmitía cada vez que te las estrechaba.
    Un abrazo muy grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Sara, tienes razón. Esa fuerza sigue sin conmigo.
      Un abrazo enorme!

      Eliminar