Pude contarle del motivo de tu distanciamiento y sentí que para él fue casi un alivio saber que no fue que de pronto su amistad ya no te importase sino que hubo todo un tema de salud detrás. Comprendió el motivo de tu indiferencia cuando aquella vez te llamó por teléfono y te mostraste tan distante. En esa oportunidad me confiaste que no recordabas mucho de la amistad que yo te comenté compartían.
Me habló de cuanto te estimaba, y lo mucho que disfrutaba de las largas e interesantes conversaciones que mantenían. Que siempre te recordaría como un gran amigo, correcto, honesto y confiable. Recordamos juntos las largas noches en que nos reuníamos los 4 a conversar, compartir unos tragos, jugar dados, contarnos los caminos que cada uno de nuestros respectivos hijos iba tomando, escuchar música y filosofar acerca de la vida. Que tiempos aquellos, pasaron por mi mente todos esos momentos bonitos que compartimos.
Me pidió mi teléfono y me ha escrito para salir un día con él y Dorita a conversar y evocar momentos. Sé que será un día removedor, pero también sé que será lindo recordar. Querrán saber detalles de tus últimos años y para mi será intenso y a la vez sanador. Es como seguir cerrando etapas.
Ya te contaré cuando nos encontremos. Será raro estar solos los 3, seguramente hallarás la manera de estar presente y acompañarnos en esa noche de recuerdos. Te amo mucho y te abrazo de corazón a corazón.
Bellísimo. Os deseo un buen encuentro...a los cuatro. Besos
ResponderEliminarAnte la pérdida de un gran amor se desarrolla un profundo proceso que sigue desarrollando lazos con el ser perdido cuando el amor ha sido grande. Y eso siempre, en cada carta, lo estableces claramente, es tu canal de comunicación, de alguna manera te escuchará.
ResponderEliminarLos recuerdos y las emociones que genera el encuentro con ese amigo son válidos, es el impacto que reciben los que quedan ante la gran pérdida.
Siempre muy sensibles tus post.
Va mi respetuoso abrazo.