Creo que todo empezó cuando nos invitaron por primera vez a esa exposición de vinos. Al llegar nos dieron unas copas especiales para cata con las que recorríamos la feria visitando los stands de las distintas bodegas que nos ofrecían degustación de sus diversos vinos. Aprendimos acerca de los tipos de uvas: merlot, malbec, cabernet sauvignon eran tus favoritos.
Nos enseñaron también algunos tips de cata como oler el vino y sentir los distintos aromas de frutos o especias, mirar a contraluz el color, mover la copa y observar las lágrimas que se forman al volver a bajar el vino, mojarnos los labios y luego beber un sorbo paseándolo por el interior de la boca para percibir los detalles. Nos volvimos asiduos visitantes de este evento y conservo de recuerdo las copas que nos daban, el libro de cata que te compré, y todos tus accesorios.
Cómo disfrutabas al descorchar la botella y ver el estado del corcho, oler luego el vino y verterlo en la decantadora, dejarlo reposar y finalmente probarlo. Mientras te escribo te imagino haciéndolo. Gracias por dejarme recuerdos bonitos de momentos compartidos. Te amo mucho y disfruto al recordar.
Es un hermoso diario de recuerdos tu blog, se disfrutan las lecturas de tus publicaciones.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Hola Eukel, gracias por tus palabras y compañía. Un abrazo para ti!
EliminarSiempre es genial recordar. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola Citu, recordar es volver a vivir.
EliminarUn beso