26 abril 2024
Tus tesoros...
16 abril 2024
Correr sin ti...
Querido amor, no te he contado que ahora estoy corriendo en el parque Reducto. Cuando íbamos a jugar con Ram no imaginamos que algún día entrenaría ahí. Esta lleno de recuerdos contigo. Te veo jugando con la pelota, corriendo por la rampita y cantando. Dándole arroz a los pajaritos. Mojándote con la manguera y riéndote como otro niño. Disfrutando mucho de tu papel de Opa.
La verdad, no había contemplado la posibilidad de correr sin ti, se me hacía muy doloroso pues es una actividad que siempre relacionaré contigo. Cuando nos conocimos solías salir a correr con Pedro a la Costa Verde, recorrían largas distancias hasta terminar agotados, agotados pero felices.
Los vaivenes de la vida te fueron alejando de esta actividad que tanto disfrutabas. El estrés, el trabajo, los horarios, todo confabulaba en contra. Pasados muchos años, te propuse correr juntos. Primero dijiste que no, ya no te apetecía salir, te ponía incluso nervioso hacerlo. Pero logré convencerte, y saliste temeroso. Dimos una vuelta al parque y no veías las horas de volver a casa. Era como si tuvieras una fobia de estar ahí...
Y volvimos. Y al día siguiente igual, hasta que te animaste a una segunda vuelta. Y así fuimos aumentando hasta que te volvió el entusiasmo y decidiste que te prepararías para correr en una maratón y lo lograste. Y no solo una vez. Participaste en varias oportunidades y atesoro tus medallas y recuerdos. Estabas muy orgulloso de tus logros y la última maratón que corriste coincidió con tu cumpleaños justo antes de la pandemia . Lo disfrutamos muchísimo.
Te fuiste un mes de enero y recién en abril me decidí a empezar a correr sin ti. Sentí que debía hacerlo, tanto por mi salud física como mental. Que difícil fue ese primer día, te imaginaba corriendo a mi lado, dándome ánimos para acelerar o contándome cosas mientras corríamos. No te niego que esas primeras veces lloraba al correr. Lloraba y te hablaba. Te prometía estar bien. Te decía que vueles en paz. Te sentía cerca, y te hablaba mucho. Un año ha pasado ya desde ese primer día. Ya no lloro al correr, pero si te sigo imaginando y sintiendo cerca. También te sigo hablando.
Te amo mucho.
10 abril 2024
15 meses
Hola amor, han pasado ya 15 meses desde tu partida y me parece increíble cómo el tiempo voló. Poco a poco voy teniendo mas días serenos. Cuando recién te fuiste, una buena amiga me dijo que lo mas difícil sería el primer año pues ahí tendría que afrontar por primera vez las fechas importantes sin ti, y así fue.
Fue complicado recorrer nuestros cumpleaños, aniversarios, cumpleaños de los chicos, navidad, año nuevo, y en cada ocasión recordar que ya no estás e imaginar cómo hubiera sido si aún siguieras. Qué te hubiera entusiasmado hacer. Cómo habrías querido celebrar. Cuánto habrías hecho por verme feliz, porque te gustaba mucho verme reír.
Y a veces me sucede que una palabra, una canción, un olor, un objeto, traen a mi mente algún recuerdo especial y me viene la nostalgia. Sin ir muy lejos me ocurrió el domingo en el almuerzo. Sonó en la radio una canción que te gustaba mucho y me agradó escucharla y pensé "está aquí con nosotros".
Mas luego, sonó otra que también te gustaba, pero me evocó una tarde en especial. Aquel día estuvimos sentados horas en el sillón, escuchando canciones en youtube, cada cual presentándole al otro sus temas favoritos, e incluso cantamos. Y este recuerdo si me puso triste pero luego pasó y retornó la calma.
Te mando un beso hasta el cielo. Te amo.
07 abril 2024
Certezas no tan ciertas...
Querido amor, hoy pensaba en como un instante puede cambiar tan abruptamente la vida o traer abajo lo que uno da por sentado. Nuestras certezas. Nosotros, por ejemplo, siempre pensamos que teníamos aún mucho camino por recorrer juntos y muchos sueños por realizar.
Cuando recién nos conocimos, solíamos hacer planes. Cuando estudiábamos alemán, por ejemplo, nos imaginábamos que ambos lográbamos viajar a Alemania y mirábamos en el plano cual sería el punto intermedio ideal entre nuestras ciudades para encontrarnos allá.
Otras veces, en nuestras largas caminatas/conversaciones por el centro de Lima, nos encontrábamos al conjunto de folklore "blanco y negro" tocando en las calles y al compás de su música soñábamos con vivir en el campo cerca de un río y alejados del bullicio de la ciudad.
Cuando nos dedicamos a la repostería, aún muy jóvenes, nuestro sueño era tener una gran fábrica que diera trabajo a muchas personas y donde estas personas se sintieran contentas de trabajar en un ambiente familiar y con las mejores condiciones. Recuerdo incluso nuestros paseos dominicales con los dos chicos que trabajaban con nosotros y que compartían nuestros sueños.
La vida fue cambiando su curso y nos fue guiando por diversos cauces. Emprendimos muchos proyectos. Y agradezco a la vida que aprendimos a fluir por sus aguas, algunas veces con facilidad, otras nadando contra corriente.
Y así acumulamos vivencias y experiencias que recordar. Extraño seguir haciendo planes juntos y te amo mucho.