16 abril 2024

Correr sin ti...



Querido amor, no te he contado que ahora estoy corriendo en el parque Reducto. Cuando íbamos a jugar  con Ram no imaginamos que algún día entrenaría ahí. Esta lleno de recuerdos contigo. Te veo jugando con la pelota, corriendo por la rampita y cantando. Dándole arroz a los pajaritos. Mojándote con la manguera y riéndote como otro niño. Disfrutando mucho de tu papel de Opa. 

 La verdad, no había contemplado la posibilidad de correr sin ti, se me hacía muy doloroso pues es una actividad que siempre relacionaré contigo. Cuando nos conocimos solías salir a correr con Pedro a la Costa Verde, recorrían largas distancias hasta terminar agotados, agotados pero felices.

Los vaivenes de la vida te fueron alejando de esta actividad que tanto disfrutabas. El estrés, el trabajo, los horarios, todo confabulaba en contra. Pasados muchos años, te propuse correr juntos. Primero dijiste que no, ya no te apetecía salir, te ponía incluso nervioso hacerlo. Pero logré convencerte, y saliste temeroso. Dimos una vuelta al parque y no veías las horas de volver a casa. Era como si tuvieras una fobia de estar ahí...

Y volvimos. Y al día siguiente igual, hasta que te animaste a una segunda vuelta. Y así fuimos aumentando hasta que te volvió el entusiasmo y decidiste que te prepararías para correr en una maratón y lo lograste. Y no solo una vez. Participaste en varias oportunidades y atesoro tus medallas y recuerdos.  Estabas muy orgulloso de tus logros y la última maratón que corriste coincidió con tu cumpleaños justo antes de la pandemia . Lo disfrutamos muchísimo.

Te fuiste un mes de enero y recién en  abril me decidí  a empezar a correr sin ti. Sentí que debía hacerlo, tanto por mi salud física como mental.  Que difícil fue ese primer día, te imaginaba corriendo a mi lado, dándome ánimos para acelerar o contándome cosas mientras corríamos.  No te niego que esas primeras veces lloraba al correr. Lloraba y te hablaba. Te prometía estar bien.  Te decía que vueles en paz.  Te sentía cerca, y te hablaba mucho. Un año ha pasado ya desde ese primer día. Ya no lloro al correr, pero si te sigo imaginando y sintiendo cerca. También te sigo hablando. 

Te amo mucho.

4 comentarios:

  1. Cuando un ser querido se va los recuerdos se acumulan y no lo traen a la mente como si estuvieran aún a nuestro lado.
    Un abrazo
    Puri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Puri, gracias por tu visita y tus palabras de ánimo. Un abrazo!

      Eliminar