Recordé tantas veces en que me acompañaste y al momento de la paz nuestras miradas se buscaban y se abrazaban. También recordé en como te gustaba encender velas y cantar tus alabanzas en casa . Había una canción en especial que solías cantar con emoción y yo cuando te escuchaba entonarla con tu voz ronquita pensaba que si algún día no estuvieses mas, me sería muy difícil escucharla sin sentir nostalgia. Y así mismo es, me emociona mucho escucharla e imaginar tu voz. y no puedo evitar que alguna lagrimita se escape.
Tú siempre me hablabas del banquete eterno que te esperaría cuando llegase tu hora de morir, que irías a un lugar donde no habría sufrimiento ni dolor, solo alegría y celebración. Y estoy segura que partiste con esa certeza y ahí te imagino, en paz y celebrando. Te amo siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario