06 julio 2024

Caminando juntos...


 

Querido amor, te cuento que hoy participé de un taller de David Fischman cuyo tema era "sana tu niño interior". 

Sentí que a ti también te hubiera gustado estar ahí. Fue un trabajo sumamente intenso el que hicimos mirando en retrospectiva nuestras vidas, recordando episodios del pasado y tratando de identificar heridas de infancia para sanarlas.

Me identifiqué en algunas de las cosas que mencionó y te identifiqué también a ti en otras. Actitudes o reacciones  que a veces me desconcertaban y que de pronto hoy cobraron sentido. Creo que a nuestra manera supimos apoyarnos y complementarnos también en esas carencias.

Me parece admirable como siempre encontramos la manera de continuar pese a las diferencias o discrepancias. Pienso que los dos sentíamos que valía la pena lo que construíamos y así persistimos contra viento y marea, muchas veces con el viento a favor y otras tantas bregando contra corriente.  Aprendimos a aceptarnos con el "paquete completo" como bromeamos alguna vez. Y supimos ser cada uno a su manera soporte para el otro cuando fue necesario.

Me alegra ahora mirar hacia atrás y ver que no nos dimos por vencidos, y que el amor que en su momento nos unió y pasó por tantos cambios, momentos y evoluciones logró permanecer, mas maduro, sereno, calmado y nos acompañó hasta el final de nuestro camino juntos. Te amo y te recuerdo siempre.



29 junio 2024

Del día a día...


 

Querido amor, hoy por la mañana estaba cocinando mientras  escuchaba música y me percaté que muchas canciones me evocaban algún momento compartido contigo.  Estás presente en la mayoría de mis recuerdos, sean estos alegres, tristes, dolorosos, nostálgicos. No en vano compartimos 44 años de nuestro camino juntos. Tantos momentos importantes, tantos triunfos y fracasos, tantas caídas y levantadas, tantos acuerdos y desacuerdos, tantos puntos de quiebre y tantas reconciliaciones. Tanto amor a través del tiempo, amor que fue cambiando, madurando, pasando por muchas etapas.

El otro día tuve el almuerzo anual con las chicas del colegio y una de ellas me preguntó cómo estaba llevando la vida sin ti. Le comenté que  había encontrado mi manera de procesar el duelo escribiéndote cartas. Me miró sorprendida y me contó que a ella también le hacía bien escribir, pero nunca había visto la escritura como terapia.

Su pregunta quedó rondando en mi cabeza, ¿cómo estoy?

Pienso que  aprendiendo a vivir con tu ausencia. Aún te echo mucho de menos, en especial en lo cotidiano. También te extraño cuando tengo algún malestar y me falta ese refugio seguro que encontraba en ti en esos momentos. 

O en esos domingos de flojera compartida donde un par de butifarras para el almuerzo, una tarde de siesta/lectura/música , y una noche de maratón de tele eran mas que suficientes para un día perfecto. Y, por supuesto, extraño tus abrazos, aquellos que podían recomponer el mundo. 

Te amo mucho y te abrazo donde sea que  estés.



23 junio 2024

Tus manos...


 

Querido amor, estaba viendo fotos nuestras estos días y recordé lo especiales que eran para mí tus manos. Tenías manos fuertes, y te gustaba esa fuerza. Muchas veces ocurría que al estrechar la mano de algún amigo, este hiciera algún comentario al respecto y tú lo disfrutabas.

Siempre te gustó fortalecerlas, amabas hacer planchas, el box, las pesas. Justo le comentaba a Ramiro el otro día como hacías planchas con los chicos sentados en tu espalda, o apoyado en tus nudillos, lo que había ocasionado que tuvieras callos en ellos y eso las hacía distintas.

Como olvidar cuando colgaste un saco de box en el jardín y entrenabas arduamente en él y a toda costa me querías convencer de intentarlo. Alguna vez te hice caso y me pusiste las vendas y guantes y me enseñaste algunos golpes. Querías que yo también fuera fuerte.

Pero lo que mas me sorprende al recordarlas es que esas mismas manos fuertes podían ser tan cálidas al caminar tomados de la mano, se sentían protectoras, seguras. Esas manos fueron las que me sostuvieron al dar a luz, y me transmitieron fuerza y la certeza de que si podía. 

Esas manos  me ayudaban cuando algún malestar me aquejaba y me cobijaban cuando me atemorizaba.  Manos que supieron de caricias, de juegos, de trabajo,  de rudeza, de posesión, de contención, de entrega.

Cierro los ojos y puedo verlas y sentirlas con nitidez. Te extraño y te amo siempre.


12 junio 2024

Una tacita de café...


 Querido amor, estos días estuve recordando cuanto disfrutábamos de compartir una tacita de café. Eran momentos bonitos cuando nos alistábamos el café, elegíamos la tacita que nos apetecía usar y lo servíamos. Algunas veces café pasado, otras, de la maquinita de cápsulas. Tú solías elegir expreso y yo cappuccino, aunque a veces me animaba también por el expreso. En muchas ocasiones lo acompañamos de un bocado de chocolate.

También ocurría con frecuencia que cuando yo llegaba a casa, me recibías con café recién pasado. Te gustaba que todo el ambiente se llenase de olor a café. Al entrar, me servías una tacita y  me observabas mientras lo probaba para ver si me había gustado tu mezcla del día. 

Tenías guardado en frascos distintos tipos de café y te gustaba hacer mezclas e ir probando cual era la combinación perfecta, como todo un barista. Tu favorito tenía sabor muy intenso y amargo, casi espeso y  lo endulzabas apenas para sentir su sabor.

A ti siempre te gustó el café, e incluso hubo una época en que tomabas demasiadas tazas al día y tuviste que irlo dosificando pues te estaba causando daño.  

Contigo aprendí, entre otras cosas,  a disfrutar de una buena taza de café. Extraño compartir un cafecito juntos y muchas veces hago mezclas como tú a ver que tal sale. Te amo mucho y siempre te llevo en mi corazón.


02 junio 2024

Nuestra música...


Querido amor, hace ya algunos días que vengo pensando en lo importante que fue la música para nosotros, nos acompañó en cada etapa de nuestro camino.

Fuimos variando de gustos y de géneros, pero siempre hubo música. Tu música, mi música, nuestra música. Me sucede con frecuencia que al escuchar una canción, recuerdo determinado momento de nuestra vida. Muchas veces la emoción me gana y se humedecen mis ojos, se alborota mi corazón y mi mente viaja a kilómetros de distancia para revivir esos momentos. 

Cuando recién nos conocimos,  solías cantarme:

 "Necesito alquien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza, que prepare guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo, y que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga para que se seque de problemas...".  

Yo no la conocía y pensaba que eran ocurrencias tuyas, ya luego supe que era una canción de Sui Generis pero la cantabas con tal énfasis que yo sentía que fue escrita por tí para mí. Fue por mucho tiempo nuestra canción. Luego me dedicaste "la quiero a morir" y  se sumó a nuestras canciones.  Y la lista de canciones, de cantantes, de géneros, de momentos fue creciendo y creciendo. 

En muchas ocasiones pasamos horas retrocediendo  cassettes para poder sacar la letra de alguna canción que nos encantase.  Nos veo caminando, bailando, cantando, conversando, en silencio,  acompañándonos, compartiendo, en acuerdo, en desacuerdo, cercanos, distantes, disgustados, reconciliados, pero con la música presente, movilizando sentimientos, o expresando lo que con palabras no siempre sabíamos expresar.

Estoy haciendo una lista, una recopilación de canciones que de una u otra manera me llevan a ti, será una forma más de recordarte.  Hoy fue una de esas tardes escuchando música y extrañándote. Te amo y te echo mucho de menos.

Besos 

.

26 mayo 2024

Recuerdos...



Hola amor, esta semana se me presentó un reto, un momento difícil, en el que no había pensado antes, pero que tenía que llegar.

En una actualización de información que tuve que hacer, al llenar el formulario me encontré con la casilla " estado civil" y tuve que cambiar el casada por viuda. Primera vez que lo escribo, lo pienso, lo verbalizo, lo asimilo, lo asumo. Viuda, quedó resonando en mi cabeza la palabra, viuda...

Con el paso del tiempo he ido aceptando el hecho de que ya no estás acá conmigo, que ahora formas parte de mi pasado y que mis días a partir del día de tu partida ya no te tienen a ti a mi lado. Pero enfrentar este momento  y decir "soy viuda" lo hace mas real, es como aceptarlo a otro nivel, y  me desconcertó como me sentí al respecto. Fue volver a foja cero por un momento, volver a vivir ese momento de aceptación y de despedida.

Y recordé aquella noche, cuando te dio el infarto. Una enfermera que fue como un ángel, esos que siempre aparecen en el momento preciso,  movió cielo y tierra por dejarme pasar a verte. Estabas inconsciente, conectado a muchos aparatos, pero yo solo recuerdo que te abracé mucho, te besé, te tomé de la mano y te susurré al oído cuánto te amaba, cuánto te amábamos todos. Tuve la oportunidad de decirte que todos estábamos en paz contigo, y que si tenías que partir lo hicieras en libertad. Y sentí tu presencia ahí, sentí tu amor, sentí tu tristeza, te sentí en paz e intuí que te ibas.

Transcurrió exactamente una semana desde ese día, hasta aquel 11 de enero en que me avisaron que habías partido. Cuando fui a verte, ya no te sentí ahí, ya no te vi, ni siquiera te reconocí, tu esencia ya no estaba. Había volado una semana antes, cuando te besé por última vez. Tu cuerpo permaneció esos días, mientras los médicos trataban de lograr lo imposible pero tu alma ya había volado en libertad.

Agradezco que no hayas tenido que sufrir una larga enfermedad, o haber quedado en vida con las graves secuelas que advertían los médicos hasta el cansancio que podría suceder. Me alegra que no hayas sufrido, me alegra no haberme aferrado, me alegra haberte podido hablar esa noche, me alegra que me hayas esperado, me alegra que hayamos quedado en paz. 

Te amo mucho  y pienso en ti cada día. Siempre hay algún recuerdo tuyo en mi corazón.  Te mando muchos besos hasta ahí donde te encuentres...

19 mayo 2024

Opa...


 

Querido amor, hace pocos días hemos podido volver a prender la música del organito de Ram. Tras tu partida intentamos muchas veces encenderlo pero Ram lloraba y ya no le gustaba escucharlo. Todos supusimos que escucharlo lo remontaba a todas aquellas veces que lo escuchó contigo, y recordábamos especialmente el día que tú, él y Arturo bailaron felices con sus melodías. 

Como olvidar cuando le cantabas imitando el sonido de la trompeta el cascanueces que sonaba ahí, y luego tú, traviesamente, le cantabas el "cascamaní" y el "cascapecanas" y creo que hasta hubo un "cascaavellanas".  Nunca supe si inventabas las melodías en ese momento o si eran melodías que tú conocías y les cambiabas de nombre para divertirlo. Lo cierto es que se divertían y mucho.

Pienso con frecuencia que el tiempo que tú y él compartieron fue un regalo invalorable para los dos. Como olvidar sus gritos llamándote apenas entraba a nuestra casa. "Opa! Opa!" resonaba su voz a todo pulmón, exigiendo tu presencia inmediata para empezar a jugar y divertirse juntos. Fuiste un lindo Opa, le diste amor incondicional a manos llenas y te desviviste por verlo feliz y hacerlo reír.

Cuantas carcajadas compartimos cada vez que jugaba con tu barba y yo te cantaba "mi barba tiene tres pelos..." y tú te "quejabas" aduciendo que tenía mas y él reía a mas no poder. Todo era divertido cuando estaban juntos. Jugar a la pelota, jugar con los cubos mágicos, comer dátiles, cocinar, hacer sonar la licuadora de juego, ayudarte a limpiar, construir, llevar arrocito a las palomas en el parque, correr de la mano en el parque, inventar juegos en el pasillo, acompañarte a encender velas, jugar con las fichas del domino, disfrutar de las gelatinas que le preparabas y muchos etcéteras.

Toda la rigidez , seriedad y disciplina que tuviste cuando fuiste papá, se disolvió cuando fuiste abuelo. Siento que en tu relación con Ram, tuviste la oportunidad de enmendar los errores cometidos con los chicos y sanar así tu relación con ellos. Lograste por fin bajar tus barreras, entregarte al amor , reconciliarte contigo e incluso dejar salir a tu niño interior.

Ram lamentó muchísimo tu partida, hubieron muchos días de gran tristeza e incomprensión ante tu ausencia. Le costó mucho entender lo que significa morir y aceptar que ya no te vería más. El tiempo va ayudando, haber logrado escuchar sin tristeza el órgano es un gran paso, también le gusta que le cuente a qué jugaba contigo y a veces me pide jugar a que yo soy tú y juego con él. Y así lo hacemos y le gusta. Dejaste mucho amor en su corazón y estoy segura que ese recuerdo cálido de tus abrazos interminables vivirá por siempre en él. 

Me alegra mucho que hayas tenido esa segunda oportunidad, gracias por tantos momentos bonitos, gracias por todo tu esfuerzo en el día a día por ser mejor persona, lo valoro mucho y te recuerdo con amor. Besos hasta donde estés...


11 mayo 2024

Tengo algo que contarte...


 

Querido amor, ayer viajó de regreso a Alemania Arturo. Llegó justo el día de mi cumpleaños y se quedó casi 3 semanas. Pasamos lindos momentos en familia, y tú también estuviste presente en muchas anécdotas y recuerdos compartidos.  En esta oportunidad hallé muchos detalles de ti en él ,  principalmente en detalles, manías y reacciones.  Sucedía que me contaba alguna anécdota y notaba yo el parecido y al mencionárselo me decía que él también se había percatado. 

Fueron muchas las ocasiones en que me mencionaste que te apenaba que él estuviera solo allá, que  sentías que a él le haría bien tener una pareja. Recuerdo incluso que cada vez que nos contaba de alguna amiga, te ilusionabas imaginando que sería su pareja.  

Hoy tengo algo que contarte, que quizás tú ya intuías o quizás no. Arturo ya no está solo, tiene pareja y en esta oportunidad ha venido con él. Su nombre es Daniil, y es de Bielorrusia, aunque lleva buen tiempo  viviendo en Alemania. Su familia vive en Polonia. Hacen una linda pareja, y sobre todo se les siente felices, en armonía, compenetrados, amigos. Se tratan con amor y respeto y noto que se cuidan mutuamente.  Me parece un buen chico, algo tímido, juguetón, con alma de niño. Vieras que lindo jugaba con Ram, y él estaba feliz y encamotado con Daniil.

 Ellos viven juntos allá, han alquilado un departamento hace unos meses.  Arturo está feliz, lo siento mas pleno, mas tranquilo, mas seguro. Pienso que al verlo así, habrías roto con tus prejuicios y le habrías dado tu bendición.  Lo merece, merece ser feliz, aceptado, amado, apoyado. Merece vivir libre, sin tener que esconderse o tapar lo que siente. Me hace feliz verlo así y les he dado mi bendición e incluso les comenté que si tú vivieras, probablemente hubieras sido tú el que lo hubiera hecho.

Es curioso que Daniil tiene muchas cosas en común contigo. Le encanta el ajedrez y suelen jugar juntos sendas partidas.  La última vez que vino Artu, me pidió llevarse tu tablero de ajedrez, el que es imantado, y con el que solías jugar siempre.  Se lo llevó y me cuenta que es el que mas usan en sus partidas. También le dí algunos de tus libros de ajedrez.  Otro punto que tiene en común  contigo son las matemáticas, es su profesión.  Hubieran tenido buenos temas de conversación. 

Espero que te alegres tanto como yo de saber que nuestro Arturo está feliz. Me alegra haber compartido esta buena noticia contigo. Te amo mucho y te mando muchos besos.

02 mayo 2024

Tiempo le pido al tiempo...


Hola amor, hace días que me viene a la cabeza uno de tus versos favoritos . "Tiempo le pido al tiempo y el tiempo,  tiempo me da, más el tiempo, tiempo pasado, es tiempo que no volverá". 

Cuanta verdad en tan pocas líneas. Y ahora las siento con más fuerza y  más certeza.... es tiempo que no volverá....

Puedo recordarte de una y mil maneras. Sonriendo, con el ceño fruncido, hablando incansable, cantando,  concentrado en tus cosas, rezando,  disfrutando de una copa de vino, alterado, soñando en comprar tu finca en España, bendiciendo, molesto por la actitud de alguien en la calle, celoso, haciéndome adiós por la ventana, corriendo a mi lado en el parque, tomando notas, estudiando, dirigiendo tu negocio, estresado, preocupado, relajado,  compartiendo una serie o una película en la tele, comiendo rico, asustado, jugando, queriendo ganar, chocho con tu nieto, y mil cosas mas.

Puedo recordarte, pero son cosas que no volverán a pasar, solo permanecen en mi recuerdo y en mi corazón. 

Ayer vi unas fotos tuyas.  En una tenías un brillo fantástico en la mirada, y esa mirada se  ha quedado grabada en mi mente. 

En otra foto, estamos con los chicos en el parque y al tomarnos una foto, mientras todos miramos a la cámara, tú me contemplas a mí con amor. 

Y en otra más, es mi cumpleaños y tienes una cara de ilusión increíble como si fuese tu cumpleaños. Porque así te gustaba celebrarme, contentarme, consentirme, así a veces tuvieramos desacuerdos o  me hicieras renegar, tu amor era infinito. 

Y pensé también en que cada quien que te recuerde, lo hará desde su propia perspectiva, o con distinto apelativo. Serás Rolando, Ro, Rolandito, Amor,  Ruli, Papá, Papi, Papito, Pap, Opa, Rolo, Roskolgo, Roskolguito, Jefecito, don Rolando, señor Rolandito, etc. 

Te extraño, y te recuerdo cada día. Te mando un beso enorme. 

26 abril 2024

Tus tesoros...



Querido amor, tras tu partida me quedó pendiente la tarea de revisar, separar, conservar, regalar, o decidir el destino de tus cosas.  Si que ha sido una labor complicada. En primer lugar porque me sentía como una intrusa revisando tus cosas, tus tesoros, tus recuerdos. Me ha costado mucho tiempo y esfuerzo hacerlo, y muchas dudas, y muchas lágrimas también. 

Revisar tu ropa, separarla, olerla, recordar cuando usaste tal o cual prenda, cuales eran tus favoritas, tus domingueras, tus ropas de casa.  Imaginarte vestido así o asa. Ver tus relojes, tus anteojos, tus gemelos.

Ver tu colección de cubos de rubik, y tus apuntes conforme lograbas irlos resolviendo. Cuanta paciencia y dedicación tuviste. Tus tableros de ajedrez y tus libros de partidas analizadas.

Otro de los lugares complicados fue tu laboratorio (taller, hueco, deposito, almacen, refugio, oficina) . Tenías tantas cosas ahí. Libros, manuales, herramientas, cuadernos, lapiceros, lamparas, cajas de cajas, cosas por arreglar, repuestos, y mas herramientas.  Increíble cuanto podía caber en un cuarto tan pequeño. Tenías tantas aficiones, tantas habilidades, tantos proyectos, que siempre te faltaba espacio.

Cuantas veces bromeamos acerca de tus infinitos cachivaches, y tú siempre diciendo:  "esto puede servir".  Mentalizarme que son cosas que yo no voy a usar, que yo no voy a necesitar, que no me voy a convertir en electrónica, ni voy a entender libros de matemáticas o física. Lograr tomar distancia de las cosas y donarlas ha sido muy difícil, pero con paciencia y tomándome el tiempo necesario lo he conseguido. 

Conservo ahora lo mas significativo, lo mas característico de tí, lo que te representa y hace que te imagine de inmediato. Dos cajas de tesoros guardados que me hablan de ti y del tiempo que compartimos. Te amo y te mando un beso grande al cielo.

16 abril 2024

Correr sin ti...



Querido amor, no te he contado que ahora estoy corriendo en el parque Reducto. Cuando íbamos a jugar  con Ram no imaginamos que algún día entrenaría ahí. Esta lleno de recuerdos contigo. Te veo jugando con la pelota, corriendo por la rampita y cantando. Dándole arroz a los pajaritos. Mojándote con la manguera y riéndote como otro niño. Disfrutando mucho de tu papel de Opa. 

 La verdad, no había contemplado la posibilidad de correr sin ti, se me hacía muy doloroso pues es una actividad que siempre relacionaré contigo. Cuando nos conocimos solías salir a correr con Pedro a la Costa Verde, recorrían largas distancias hasta terminar agotados, agotados pero felices.

Los vaivenes de la vida te fueron alejando de esta actividad que tanto disfrutabas. El estrés, el trabajo, los horarios, todo confabulaba en contra. Pasados muchos años, te propuse correr juntos. Primero dijiste que no, ya no te apetecía salir, te ponía incluso nervioso hacerlo. Pero logré convencerte, y saliste temeroso. Dimos una vuelta al parque y no veías las horas de volver a casa. Era como si tuvieras una fobia de estar ahí...

Y volvimos. Y al día siguiente igual, hasta que te animaste a una segunda vuelta. Y así fuimos aumentando hasta que te volvió el entusiasmo y decidiste que te prepararías para correr en una maratón y lo lograste. Y no solo una vez. Participaste en varias oportunidades y atesoro tus medallas y recuerdos.  Estabas muy orgulloso de tus logros y la última maratón que corriste coincidió con tu cumpleaños justo antes de la pandemia . Lo disfrutamos muchísimo.

Te fuiste un mes de enero y recién en  abril me decidí  a empezar a correr sin ti. Sentí que debía hacerlo, tanto por mi salud física como mental.  Que difícil fue ese primer día, te imaginaba corriendo a mi lado, dándome ánimos para acelerar o contándome cosas mientras corríamos.  No te niego que esas primeras veces lloraba al correr. Lloraba y te hablaba. Te prometía estar bien.  Te decía que vueles en paz.  Te sentía cerca, y te hablaba mucho. Un año ha pasado ya desde ese primer día. Ya no lloro al correr, pero si te sigo imaginando y sintiendo cerca. También te sigo hablando. 

Te amo mucho.

10 abril 2024

15 meses



Hola amor, han pasado ya 15 meses desde tu partida y me parece increíble cómo el tiempo voló. Poco a poco voy teniendo mas días serenos. Cuando recién te fuiste, una buena amiga me dijo que lo mas difícil sería el primer año pues ahí tendría que afrontar por primera vez las fechas importantes sin ti,  y así fue.

Fue complicado recorrer nuestros cumpleaños, aniversarios, cumpleaños de los chicos, navidad, año nuevo, y en cada ocasión recordar que ya no estás e imaginar cómo hubiera sido si aún siguieras. Qué te hubiera entusiasmado hacer. Cómo habrías querido celebrar. Cuánto habrías hecho por verme feliz, porque te gustaba mucho verme reír.

Y a veces me sucede que una palabra, una canción, un olor, un objeto, traen a mi mente algún recuerdo especial y me viene la nostalgia. Sin ir muy lejos me ocurrió el domingo en el almuerzo. Sonó en la radio una canción que te gustaba mucho y me agradó escucharla y pensé "está aquí con nosotros". 

Mas luego, sonó otra que también te gustaba, pero me evocó una tarde en especial. Aquel día estuvimos sentados horas en el sillón, escuchando  canciones en youtube, cada cual presentándole al otro sus temas favoritos, e incluso cantamos. Y este recuerdo si me puso triste pero luego pasó y retornó la calma.

 Te mando un beso hasta el cielo. Te amo.

07 abril 2024

Certezas no tan ciertas...


 

Querido amor, hoy pensaba en como un instante puede cambiar tan abruptamente la vida o traer abajo lo que uno da por sentado. Nuestras certezas. Nosotros, por ejemplo, siempre pensamos que teníamos aún mucho camino por recorrer juntos y muchos sueños por realizar. 

Cuando recién nos conocimos, solíamos hacer planes. Cuando estudiábamos alemán, por ejemplo,  nos imaginábamos que ambos lográbamos viajar a Alemania y mirábamos en el plano cual sería el punto intermedio ideal entre nuestras ciudades para encontrarnos allá.

Otras veces, en nuestras largas caminatas/conversaciones por el centro de Lima, nos encontrábamos al conjunto de folklore "blanco y negro" tocando en las calles y al compás de su música soñábamos con vivir en el campo cerca de un río y alejados del bullicio de la ciudad.

Cuando nos dedicamos a la repostería, aún muy jóvenes,  nuestro sueño era tener una gran fábrica que diera trabajo a muchas personas  y donde estas personas se sintieran contentas de trabajar en un ambiente familiar y con las mejores condiciones. Recuerdo incluso nuestros paseos dominicales con los dos chicos que trabajaban con nosotros y que compartían nuestros sueños. 

La vida fue cambiando su curso y nos fue guiando por diversos cauces. Emprendimos muchos proyectos. Y agradezco a la vida que aprendimos a fluir por sus aguas, algunas veces con facilidad, otras nadando contra corriente. 

Y así acumulamos vivencias y experiencias que recordar. Extraño seguir haciendo planes juntos y te amo mucho.


02 abril 2024

Detener el tiempo...



Hola amor, sabes? Desde que te fuiste el cucú no ha vuelto a sonar. Cuando nos lo regalaron fuiste tú quien se ocupó de instalarlo,  aprender a usarlo y  darle cuerda cada día. Eras tan metódico en eso que hasta tenías la hora del día en que lo hacías. Y a mí aún no me ha provocado investigar como echarlo a andar, creo que una parte de mí se niega a volverlo a escuchar, ya llegará el momento. 

Tu reloj pulsera me acompañó los  primeros meses, tenías una alarma programada que sonaba cada día y yo no la desconecté. Me agradaba escucharla sonar pues sentía que ahí venías a visitarme. Incluso cuando sonaba te saludaba. Este también ya se detuvo. Cuando dejó de sonar pensé que ya te tocaba descansar.

Y los otros relojes de casa se fueron deteniendo cada uno en distinto momento, y así fueron quedando. Era gracioso cuando quería saber la hora y en cada habitación marcaba una hora distinta y tenía que guiarme por la hora del celular.  Creo que algo en mí se había quedado en ese antes de tu partida y yo inconscientemente no quería cambiar las cosas.

Sin embargo, la semana pasada me decidí y empecé a cambiarle pila a los relojes, y ponerlos a la hora. Ahora me agrada verlos funcionar y sonrío de recordar cuanto tiempo estuvieron detenidos sin que me importase. Parece que voy avanzando y seguro tú estás contento de notar esto.  Ya llegaré al cucú. Te amo.

  

31 marzo 2024

Caminos intrincados...


 

Querido amor, estos días he recordado cuanto camino hemos recorrido juntos. Una de las primeras afinidades que descubrimos entre nosotros fue el gusto por las caminatas y solíamos caminar un rato a la salida del instituto.  Recuerdo también que caminábamos  al salir de paseo, al cine o a tomar algo. Todo lo hacíamos a pie y muchas veces elegíamos el camino más largo para ganar algunos minutos de mutua compañía .

Fuimos ampliando nuestra red de caminatas y empezamos a irnos de paseo a las afueras de Lima. Llegábamos con algún transporte hasta la plaza  y de ahí emprendíamos largas horas de caminata cerca de algún río y disfrutando de hermosos paisajes alrededor. Mas adelante, repetiríamos estos paseos en compañía de nuestros hijos.

Durante la vida son incontables los caminos que hemos recorrido juntos, tanto textual como simbólicamente. Enamoramiento, matrimonio, paternidad, responsabilidades, trabajo, independencia. Dificultades, preocupaciones, diferencias, reconciliaciones, resentimientos, perdón, amor.

Hubieron también momentos de bifurcación, en que cada quien quería tomar un camino distinto, una opinión diferente, pero siempre hallamos el modo de encontrar el punto medio o de ceder y seguir andando juntos.

Con el paso de los años le perdiste el gusto a la calle. El cansancio del trabajo, el estrés,  la rutina y las preocupaciones te hicieron preferir la tranquilidad de casa, leer, estudiar, ver la tele. O simplemente pasar horas  en tu taller con algún proyecto.

La pandemia nos trajo la novedad de volver a caminar, pues no se podía transitar en auto, y ahí retomamos el viejo hábito.  Recuerdo especialmente nuestras caminatas a visitar a nuestra hija o al parque para jugar con Ram.  

También caminábamos al centro de vacunación o a votar. Esto solía ser en día domingo y lo hacíamos como antaño, conversando,  riendo  y a paso de paseo. Me da nostalgia imaginar estas dos caminatas sin tí. También me entristece pasar por tu camino de regreso de las compras. Siempre que lo hago te imagino caminando apurado y jalando tu carrito de compras. Te amo y te extraño.

28 marzo 2024

Palabras que duelen...


 

Querido amor, el domingo salimos a comer al chifa al que solíamos ir juntos y que tanto nos gustaba desde que los chicos eran pequeños.

 Estuvo cerrado por la pandemia pero hace unos meses lo reabrieron. Aunque no está nuestro amigo que cocinaba tan rico,  nos dicen que son los mismos dueños y la calidad y sabor se mantienen. 

Cual no sería mi sorpresa cuando uno de los meseros nos saludó y resultó ser el mismo que tantas veces nos atendió en esa época. Estaba contento de vernos y recordar viejos  tiempos y vino la inevitable pregunta, esa que tanto temo. Y su esposo?

 La verdad es que nunca sé cómo responder esta pregunta. Qué palabras usar. Mi esposo falleció. Mi esposo murió. El ya descansa en paz. Partió de este mundo. Se fue.

 Todas me resultan difíciles de pronunciar, todas me son dolorosas y todas me llevan a tomar conciencia una vez mas de que ya no estás con nosotros acá. Aunque ya he aceptado tu ausencia, es como si al decirlo te volvieras a ir.

Igual me ha pasado con Elena, nuestra amiga de la boutique. Se enteró hace poco de tu partida (también decirlo así me cuesta)  y me escribió bonito recordando nuestra amistad y nuestras largas conversaciones al terminar el día, cuando íbamos a su tienda para ver si necesitaba algo de lo que confeccionábamos. Y aún no me animo a responderle, aún duele hablar del tema. Trataré de hacerlo pronto. Te amo Roskolgo.

25 marzo 2024

Y asi nos conocimos...

 


Hola amor, estos días he estado recordando cómo nos conocimos. Corría el año 79 y coincidimos en clases de alemán en el instituto Goethe. .Ambos llegamos temprano y aún no habían abierto las puertas del segundo piso, donde se dictaban las  clases por lo que nos sentamos en una banca del patio a esperar. Intercambiamos una que otra mirada hasta que  abrieron la puerta y pudimos subir y ya en el salón descubrimos que una de las que parecía una estudiante más era la profesora. Esto rompió el hielo y comentamos nuestra impresión al respecto.

Recuerdo que ese día en la tarde conversé con una amiga y le  conté de mis clases comentándole que había un chico que "no estaba mal". Tiempo después me comentaste que tú también le habías dicho a tu amigo que yo te gustaba.

Cada uno llegó ahí con sus propios planes bajo el brazo. Yo quería aprender el alemán por sugerencia de mi hermana Cristi, quien vivía en Suiza y quería que pudiese viajar donde ella. Tú querías aprender alemán para poder postular a una beca a través de la embajada alemana.  Ahí todavía ignorábamos que la vida tenía sus propios planes y que ninguno de los dos llegaría a viajar. 

Con el paso de los días fuimos descubriendo que aparte del interés por aprender el idioma, compartíamos otras aficiones. A ambos nos gustaba la música, las largas caminatas y los libros; eramos ratones de biblioteca. 

La profesora se debe haber dado cuenta del interés que iba naciendo entre nosotros pues siempre que había un diálogo de pareja nos hacía leerlo a nosotros y se reía con complicidad cuando me mirabas en busca de ayuda por alguna respuesta. 

En la pausa del recreo íbamos a la cafetería a disfrutar del mejor sándwich mixto del mundo, creo que su secreto era el queso que utilizaba. Finalizada la clase caminábamos un rato por ahí  hasta que cada quien tomaba su camino. Y luego empezamos a hacer las tareas juntos en mi casa.  Todo pretexto era bueno para pasar tiempo juntos.

Ahí también ignorábamos que estaríamos juntos los siguientes 44 años.  Besos al cielo!




23 marzo 2024

Círculo de duelo...


 

Querido amor, luego de tu partida sentí como si estuviera en una nebulosa. Me parecía irreal lo que había sucedido, no quería terminar de creer y aceptar tu partida.  Salir de casa y levantar la vista hacia la ventana para ver tu sonrisa y tu abrazo eran parte habitual de nuestra rutina y eso ya no estaría más. Artu me dijo "imagina que ahora  esa sonrisa y ese abrazo vienen desde más arriba" y así lo hice y me sentí mejor.

Los primeros días sentía miedo de morir yo también, me venían palpitaciones y pensaba que sufriría un ataque. Corría a tomarme la presión para verificar que todo estuviera en orden y lloraba de pensar que nuestros hijos nos perdieran a los dos en tan poco tiempo. Felizmente, esto no duró mucho y pude darme cuenta que eran ataques de pánico como consecuencia de la pena de tu ausencia y sobre todo de lo rápido e imprevisto que sucedieron las cosas.

Sentía muchos deseos de llorar continuamente, y así lo hacía, en especial por las noches. Nunca lloré tanto por una pérdida como ahora, pero fue sanador hacerlo. Sanador y necesario. No en vano compartimos juntos 44 años.

 Luego de algunos meses de tu partida participé de un circulo de duelo. Fue un taller de dos sesiones vía zoom, donde compartimos con otras personas que pasaban por sus propios procesos de duelo.

 Y  nos explicaron que toda pérdida, o cambio conlleva un duelo. Y que cada duelo es distinto, único y personal. Que no está mal llorar ni sentirse triste. Que es bueno desahogarse. Y que tampoco hay un tiempo determinado para que el duelo termine, que eso debe sentirlo uno y sobre todo respetarlo. Que debíamos tener paciencia y avanzar cada quien a su ritmo.  

Y así es, siento que van escaseando esos momentos tristes y que incluso ya hay recuerdos que me hacen sonreír. Pasito a paso voy avanzando. Te amo siempre.


20 marzo 2024

Siempre el 11...


 

Querido amor, es curioso como el número 11 está tan presente en nuestras vidas. 

Tú naciste en el mes  11 del 56 (5+6=11) y nos casamos un 11.11.83. Me acabo de percatar que 83 también lleva a 11 (8+3) Cuando nos casamos ni siquiera nos dimos cuenta de la coincidencia, simplemente fue el día que mas nos acomodaba y lo elegimos. Me sucede con frecuencia que miro la hora o escribo un mensaje justo a las 11:11 y siempre que me doy cuenta del detalle me sorprendo. Y veo que ahora se habla mucho del 11:11, ha pasado a ser un número importante.

Fue un 11.1 cuando nuestra hija se casó, y supongo que no es casualidad que justamente otro 11.1 te vio partir de este mundo para volar en libertad.  

Y ahí no terminan las coincidencias, luego de tu partida  noté que tus dos hermanos eligieron también un día 11 para marcharse de este mundo. Todos en distinto mes de distinto año pero con la fecha 11  como común denominador. 

Coincidencia? Casualidad? Circunstancial? Relevante? Irrelevante? Sea como sea, lo cierto es que el 11 se ha convertido ahora en un número que inevitablemente me hace pensar en tí.. Probablemente si siguieras con vida me dirías que hay que jugar el número 11.  Te amo!




17 marzo 2024

Recuerdos...



Hola amor, te cuento que hoy celebramos la misa en honor a San José y cantamos con el coro. La ceremonia estuvo muy concurrida y sentí que cantamos con el corazón. 

Recordé tantas veces en que me acompañaste y al momento de la paz nuestras miradas se buscaban y se abrazaban. También recordé en como te gustaba encender velas y cantar tus alabanzas en casa . Había una canción en especial que solías cantar con emoción  y yo cuando te escuchaba entonarla con tu voz ronquita pensaba que si algún día no estuvieses mas, me sería muy difícil escucharla  sin sentir nostalgia. Y así mismo es, me emociona mucho escucharla e imaginar tu voz. y no puedo evitar que alguna lagrimita se escape.

Tú siempre me hablabas del banquete eterno que te esperaría cuando llegase tu hora de morir, que irías a un lugar donde no habría sufrimiento ni dolor, solo alegría y celebración. Y estoy segura que partiste con esa certeza y ahí te imagino, en paz y celebrando. Te amo siempre.

16 marzo 2024

Un milagro...



Querido amor, te cuento que hace un par de meses , participando en un taller de escritura en el que pensé haríamos ejercicios ligeros y divertidos nos mandaron redactar un texto cuyo título era: 

"Qué sería un milagro para mí?"

Me quedé helada y la piel se me puso de gallina pues en lo único que podía pensar era que ese milagro sería el que tú no te hubieras ido. Y de eso fue de lo que escribí, pues por mas que traté de imaginar otro tema, era lo único que necesitaba escribir. 

Y ahí descubrí que no estaba tan superada tu perdida como yo creía. Entendí que me sigues haciendo mucha falta, que te extraño en los detalles. Añoré compartir las noches de series , nuestras butifarras dominicales, nuestra complicidad al jugar con nuestro nieto, nuestras mañanas de carreras por el parque, y así muchas cosas mas.

Entendí que si, estoy aprendiendo a vivir con tu ausencia, y a sentirte cerca en el silencio. Pero aún hay cosas que sin tí no tienen sentido. Ya el tiempo irá curando esos vacíos. Un beso hasta el cielo.

14 marzo 2024

Volaste libre...


 Querido amor, han pasado ya 14 meses desde tu partida y recién me decido a hacer algo que quise  desde el principio pero que fui dilatando. Escribirte. Dicen que no hay nada mas terapéutico que escribir y que hacerlo ayuda a sanar, pero tu partida fue tan sorpresiva que entre en modo automático y recién puedo empezar a sacar todo lo que se quedó dentro.

Te fuiste sin previo aviso, con muchos planes y proyectos aún por realizar. Atesoro el último abrazo que nos dimos, fue especialmente largo y estrecho. También tu última bendición, no te gustaba que saliese de casa sin bendecirme. Tu último mensaje de whatsapp "te amo y los amo muchísimo" me acompaña siempre y trato de leer entre líneas si algo en tí intuía lo que venía. Me aferro a la idea de que cuando me permitieron verte escuchaste mis palabras y supiste cuanto te amábamos todos y que todos estábamos en paz contigo.  Tus pestañas se movieron imperceptiblemente al oirme, y vi claramente una lágrima en tu párpado que me indicó que me escuchabas. . 

En esa semana que los médicos intentaron lograr que te quedes, yo me debatía entre aferrarme a esto, o dejarte marchar en libertad. Solo quería lo mejor para tí y evitarte sufrimientos. Y elegiste volar, y lo acepté. Y me pasé meses sintiendo tu presencia en cada mariposa que se cruzó en mi camino. 

Acepto tu partida, aunque te echo mucho de menos. No en vano hemos compartido 44 años de nuestras vidas y hemos atravesado juntos tantos y tantos momentos. Alegrías y grandes momentos, amarguras y sinsabores, perdidas y tristezas, amor y reconciliación. Si de algo estoy segura es de cuanto me amabas, siempre me hiciste sentir que yo era tu centro. Gracias por esto, gracias por todo, gracias por tanto.